La Casa Blanca decidió el pasado lunes ofrecer a unos 320.000 venezolanos el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). El beneficio brindará permisos de trabajo y opción para viajar.
Son muchas las interrogantes que surgen ante una decisión que parecía lejana ante la llegada de Joe Biden. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene la responsabilidad de cuidar los intereses del Estado en cuanto a políticas de inmigración. Regirá las decisiones sobre personas que permanecen de forma irregular en Estados Unidos (EEUU).
Para que se lleve a cabo el TPS, deben existir las condiciones enmarcadas en las leyes estadounidenses. Por ejemplo: los ciudadanos que padezcan en sus respectivos países por conflicto armado vigente, desastre ambiental o epidemia, u otras condiciones extraordinarias y temporales, tienen prioridad.
“Se debe a condiciones extraordinarias y temporales existentes en Venezuela que evitan que los nacionales regresen a su país de manera segura, entre estas, una crisis humanitaria compleja, marcada por la propagación del hambre y la malnutrición, a la creciente presencia de grupos armados no estatales y a una infraestructura que se tambalea”, expresó el Gobierno de EEUU en un comunicado.