El maltrato infantil se ha convertido en la otra pandemia que azota al planeta; castigos, insultos y hasta golpizas sufren los pequeños. En los actuales momentos ha aflorado la violencia intrafamiliar en nuestra sociedad.
Son muchos los tipos de violencia intrafamiliar que existen pero en este caso nos vamos a enfocar en cómo reconocer el maltrato infantil. El mismo muchas veces no es fácil reconocer por ser la víctima, un infante.
Es natural que un padre quiera como formador de un niño, que este sea lo más educado posible; pero muchas veces las técnicas utilizadas para la educación no son las más adecuadas ya que dejan secuelas nada beneficiosas para el niño; creándolos para el futuro personas con violencia.
El maltrato infantil y sus tipos en la sociedad
La violencia puede aparecer de miles maneras y la misma en el pequeño puede ser de cuatro tipos: físico; además de emocional, abandono y abuso sexual. Siendo esta última la más común cometido incluso por familiares.
Para reconocer a un niño maltratado existen varios signos que pueden indicar maltrato infantil y la violencia. Entre ellas, físicamente se aprecia dolor corporal, golpes, moretones de diversa evolución; además de quemaduras o heridas en alguna zona del cuerpo,
Otra violencia se puede apreciar en el niño son, dificultades para andar o sentarse, mordeduras humanas; cortes o pinchazos, fracturas de nariz, entre otras. Siendo estas las más comunes por parte de sus agresores.
En el comportamiento se puede apreciar pérdida de apetito, trastornos del sueño, hiperactividad; regresión de conductas, tendencia al secretismo, agresividad, problemas escolares: además de llanto, resistencia a desnudarse o bañarse,; y episodios de violencia.
Más daños
Un pequeño se puede observar con tristeza, irritabilidad, miedo, odio, sentimientos de culpabilidad; violencia, impotencia, vergüenza, frustración, entre otros. Los primeros diez años de los niños son de absoluta fragilidad.
Sexualmente los indicadores de maltrato o violencia son conductas precoces o conocimientos sexuales inadecuados para su edad; rechazo de las caricias, de los besos y del contacto físico, entre otros.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es importante como padres hacer una autoevaluación de las técnicas utilizadas; reconocer que algo no va bien y buscar prontamente ayuda psicológica; evitar la violencia y tratar de ayudar al pequeño.