La luz blanca, un túnel interminable, las personas queridas que ya nos dejaron que nos reciben… Las versiones son varias. Sucede que son múltiples los casos de personas que confesaron haber experimentado diferentes sensaciones y percepciones durante una experiencia cercana a la muerte o mientras se encontraban en un proceso de «muerte» clínica.
Estas explicaciones suelen ser de lo más variadas, y han ayudado a dar «respuesta» al mayor misterio de la humanidad: ¿qué se siente al morir?
Una de ellas es la tiktoker Kassi Hogann, que compartió lo que sintió al «morir» hasta tres veces durante 7 minutos cuando tenía 18 años. Según la joven, «tomó una decisión estúpida» que le llevó a estar clínicamente muerta durante todo ese tiempo, y experimentó un viaje astral difícil de explicar.
La joven añadió que también vio a “sus seres queridos fallecidos”, pero no podía hablar con ellos. “Tenías el consuelo de saber que tus seres queridos estaban contigo aunque no estuvieran astronómica o físicamente a tu lado… como si lo supieras automáticamente. Es muy difícil de explicar».
Sobre la experiencia, admite que le quedaron algunas secuelas, como pequeñas pérdidas de memoria, de las que ya se ha recuperado.
La joven añadió que también vio a “sus seres queridos fallecidos”, pero no podía hablar con ellos. “Tenías el consuelo de saber que tus seres queridos estaban contigo aunque no estuvieran astronómica o físicamente a tu lado… como si lo supieras automáticamente. Es muy difícil de explicar».
Sobre la experiencia, admite que le quedaron algunas secuelas, como pequeñas pérdidas de memoria, de las que ya se ha recuperado.
No es la primera persona que dice sentir algo estando «muerto». Las ansias de saber sobre los seres humanos que han pasado ya las barreras entre la vida y la muerte y el estudio de esas experiencias que relatan aquellos que afirman haber estado a punto de morir o clínicamente muertos está a la orden del día: todos queremos saber qué se siente al morir.
Para los científicos, estas experiencias son más un fenómeno místico que otra cosa. Según investigaciones previas, «muchos de los fenómenos asociados con experiencias cercanas a la muerte pueden ser explicadas biológicamente«.
Los científicos determinaron que muchas de estas experiencias provienen de un mal funcionamiento de la dopamina y del flujo sanguíneo, creando sensaciones inexistentes durante un proceso traumático.
Por ejemplo, en referencia al túnel con una luz cegadora al final, la neurociencia explica que podría ser correspondiente con que el flujo sanguíneo y de oxígeno se agota en el ojo.
En el caso del «reencuentro con seres queridos» puede ser debido a un funcionamiento anormal de la dopamina, un neurotransmisor que puede provocar alucinaciones.
Estas investigaciones demostraron, además, que algunas drogas, como la ketamina, pueden pueden desencadenar euforia, experiencias extracorpóreas y alucinaciones. Esta droga afecta al sistema opioide del cerebro, que puede llegar activarse de forma natural cuando cualquier animal es atacado o, en el caso de los humanos, cuando sufren un gran trauma.