El Papa se postró en el suelo de la basílica de San Pedro del Vaticano, delante del altar, para orar durante unos minutos por la Pasión del Señor durante este viernes Santo en que la Iglesia recuerda el drama de la muerte de Cristo en la Cruz.
Francisco estaba ataviado con unas vestimentas de color rojo en recuerdo de la sangre de Cristo derramada en la Cruz en una basílica completamente desprovista de ornamento e iluminada por una luz suave en consonancia con la sobriedad de la ceremonia.
Tras esos minutos de silenciosa oración el Pontífice se ha puesto de nuevo en pie para comenzar con la proclamación de la liturgia de la Palabra.
Debido a la situación sanitaria, se celebra en el altar de la basílica de San Pedro y participan los cardenales, los superiores de la secretaria del Estado Vaticano. En cambio, la participación de fieles ha sido muy limitada.
El Papa presidirá más tarde el Viacrucis. Un año más, la pandemia ha obligado al Santo Padre a desarrollarlo en la plaza de San Pedro y no en el Coliseo de Roma para evitar las aglomeraciones.
Información de: Europa Press