Estefany Contreras, de 28 años, es una de las jóvenes que subió a un peñero a orillas de Tiraya, en la Península de Paraguaná, el 17 de marzo de 2019, para ingresar de forma irregular a la isla de Aruba. Desde entonces no se conoce su paradero así lo publicó El Pitazo
«A mí hija la vendieron y está secuestrada. Yo sé que no está muerta, lo puedo sentir. Hace días conocí a un señor que estuvo nueve años en manos del narcotráfico, intentó huir del país de la misma manera y lo tenían de esclavo, trabajando. Yo sé que de mi hija se están aprovechando», dijo su madre, Mary Martínez, en medio de la desesperación por saber algo de su hija.
La señora Martínez relató que Estefany tenía deseos de irse. El plan, en principio, era emigrar sola, porque sus tías, residentes en Aruba, la iban a recibir y ayudar. Al tener estabilidad, la meta era que su esposo y su hija, de seis años, viajaran y se reencontraran.
Para el viaje contactaron a un amigo del hermano del Estefany, a quien conocían como «Bubalú». El pago fue de quinientos dólares que reunieron con la venta de enseres y préstamos. Días antes del viaje, programado para el mes de diciembre de 2019, «Bubalú» buscó a la joven madre en su casa.
«Eso me dio muy mala espina. Ella ya había pagado el viaje. Ese hombre la buscó en la casa supuestamente para mostrarle la embarcación, estoy casi segura que ese fue el momento cuando él le fue a mostrar a mí hija a otra persona, a esos que las captan para venderlas», dijo Martínez.
A Estefany la describen como una joven hermosa, de cabello liso negro largo, delgada, alta, que se dedicaba al comercio mediante redes sociales. Siempre le decían que parecía una reina de belleza, por lo que su madre no duda que la estén explotando.
Con Estefany viajaban 16 personas más, entre ellas dos menores de edad con su madre. De ningún tripulante se tiene información y menos de la embarcación, de la cual ni siquiera hay certeza si salió de Venezuela.
La madre de Estefany confiesa que nunca estuvo de acuerdo y también se pregunta por qué al momento de abordar la embarcación no permitieron que ningún familiar les acompañara, sino hasta una zona cercana de la salida. «Esa fue la última vez que la vi», lamentó.
Estefany quería irse porque el dinero ya no les alcanzaba y deseaba, junto a su esposo, un mejor futuro para su hija. No había podido viajar legalmente porque su pasaporte estaba vencido y aunque tramitó la prórroga nunca le llegó. Fue entonces cuando decidió arriesgarse.
«Luego de la salida y a las horas de que sus tías dijeran que la embarcación no había llegado, el mundo se me vino abajo, sabía que algo había pasado y desde entonces no he descansado en su búsqueda. No hay un día que duerma, no hay un día que coma como antes, necesito saber dónde está mi hija», exclamó Martínez.
Detenidos y silencio judicial
Por este caso hubo cinco detenidos en diferentes procedimientos, los familiares no han tenido acceso a las audiencias ni han podido hablar con ninguno de ellos. Dos fueron puestos en libertad este año, luego de que el tribunal determinara que eran víctimas del hecho. Entre los otros tres detenidos, está «Bubalú», quien además es un exfuncionario de la policía científica.
«Si ese hombre está detenido, por qué no nos han dicho qué hizo con Estefany, ¿se ahogó, se la tragó la tierra? No pueden sostener que hubo un naufragio porque de esa embarcación no han localizado ni una tabla. Es injusto para todos los familiares lo que estamos viviendo», dice la angustiada madre.
El caso lo lleva la jueza María José Romero y la Fiscalía XV, a cargo del doctor Mathías Pirona.
Las familias de los 17 desaparecidos en marzo de 2019 han protestado en varias ocasiones frente a la sede del Ministerio Público, en Punto Fijo, acompañados de los pequeños hijos de los balseros falconianos. Exigen una justicia que no llega ni les aclara el enigma que envuelve estas desapariciones
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