El Programa Mundial de Alimentos (PMA), el brazo de Naciones Unidas para combatir el hambre, iniciará finalmente operaciones en Venezuela. El acuerdo llega luego de un año de negociaciones y en el peor momento de la crisis humanitaria y la pandemia, cuando 9,3 millones de venezolanos, un tercio de la población, atraviesan en situación de inseguridad alimentaria. El programa se enfocará en las escuelas y atenderá inicialmente a 185.000 niños.
El director ejecutivo del PMA, David Beasley, llegó a Venezuela el domingo y se reunió con el presidente Nicolás Maduro y líderes de la oposición como Juan Guaidó.
Según datos de la propia organización, 30% de los niños menores de 5 años, un 6,3% está desnutrido y un 13,4% por debajo de su talla. Solo 8% de los hogares venezolanos puede pagar sus gastos, incluida la alimentación. Esta situación ha empeorado con la pandemia, según la organización de la iglesia Caritas, que realiza un monitoreo mensual en 13 estados del país. En los primeros tres meses de la llegada del coronavirus, de abril a julio de 2020, los niveles de desnutrición aguda aumentaron 73% en menores de 5 años.
La meta del PMA es llegar a 1,5 millones de escolares para 2022-2023. El compromiso es proporcionar comidas nutritivas, particularmente en las escuelas de educación preescolar y especial, así como invertir en la rehabilitación de los comedores escolares. Venezuela es uno de los pocos países de la región que no ha vuelto a las aulas en ningún momento tras un año de pandemia. “Agradecemos el gran apoyo que recibimos de todas las partes que estuvieron de acuerdo con estos principios”, dijo Beasley. “Los niños, las niñas y las escuelas estarán al centro de nuestra operación. Creemos que la escuela es la plataforma más apropiada para que el Programa Mundial de Alimentos llegue a las comunidades de manera independiente”.
Con información de: El País.