Un hombre, de 65 años, con sus dos nietos salieron de su vivienda en San Antonio del Táchira, en Venezuela, la tarde del 19 de abril y cruzaron la frontera por Ureña para llegar a Cúcuta. Sin embargo, no retornaron a su hogar, por lo que la familia se alertó, pues conocían los riesgos de pasar por trochas o caminos irregulares.
Según publicó el diario cucuteño, La Opinión, el abuelo y sus nietos de 15 y 10 años, aparecieron muertos en el barrio San Gerardo, en Cúcuta, tras cruzar por una trocha en el municipio Pedro María Ureña.
“Él me pidió permiso para que mi niña lo acompañara a esa diligencia y yo le dije que sí, lo que no sabía era que mi mujer le dejó traer al niño”, aseguró a La OpiniónJuan Pérez, papá de los menores.
El abuelo y los nietos cruzaron para averiguar precios sobre viajes hasta El Vigía, estado Mérida. La familia notó que oscureció y no habían vuelto, por lo que cruzaron hasta Cúcuta a buscarlos pero no encontraron rastro.
En paralelo, vecinos alertaban que en las orillas del río encontraron el cuerpo de una joven. Bomberos voluntarios de Cúcuta llegaron al sitio con el papá de los niños y confirmaron que se trataba de la adolescente.
“Yo mismo la saqué del río. Traté de reanimarla, de hacer todo para que volviera a mí, pero ya era tarde. Su cuerpecito estaba tieso. Le limpie sus cachetes y la abracé”, narró entre lágrimas Pérez.
Horas más tarde los bomberos encontraron a 200 metros al niño y al abuelo. Las trochas son utilizadas comúnmente por quienes transitan desde Venezuela a Colombia y viceversa, pues los puentes internacionales están cerrados por la pandemia del COVID-19.
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