Ubicado en el triángulo del arte, la zona que conecta a los museos del Prado, Thyssen Bornemisza y Centro de Arte Reina Sofía, el número 11 de la calle Montalbán es más que un edificio. Al valor histórico de esta edificación, que data de más de cien años, se suma ahora una intervención que integra arte, arquitectura, construcción e interiorismo de manera excepcional e inédita en la capital española.
Así, quienes ingresen de ahora en adelante a lo que fue la antigua sede de la Azucarera Nacional, se toparán en el hall de entrada con el mural Induction Chromatique à Double Fréquence, del maestro del arte cinético franco-venezolano Carlos Cruz-Diez, en el que distintas gamas cromáticas aparecen y desaparecen continuamente en función de la dirección e intensidad de la fuente luminosa y del ángulo y distancia de observación del espectador. A cada paso, el visitante verá cómo los colores cambian, se mueven.
El recorrido llevará a las personas hacia el ascensor, desde cuya cabina se puede apreciar una vibrante Chromointerférence, que evoluciona durante el tiempo del trayecto y que se modifica en cada planta generando ocho armonías cromáticas diferentes.
Ya en el interior de cada vivienda, la experiencia sensorial proseguirá con el universo de color creado por el resplandor de la luz sobre las Transchromies ubicadas en ellas y cuyos reflejos cambian permanentemente con el desplazamiento del sol durante el transcurso del día.
Así, este conjunto de obras que integran la Ambientación Cromática Montalbán 11, concebida por Cruz-Diez en 2016, transforma el inmueble en una especie de “caja sensorial” con la que se demuestra que es posible humanizar espacio residencial.
Además de su presentación pública, para dar a conocer esta obra de integración del arte y el espacio habitable se editará próximamente un libro en el que se detallarán aspectos como la historia del edificio Montalbán 11, su proceso de reconstrucción y restauración y la concepción, desarrollo e instalación de las obras de Cruz-Diez. También se tiene previsto realizar conversatorios con personalidades del mundo del arte y la arquitectura. Y es que Montalbán 11 pretende recuperar la tradición de la histórica tertulia madrileña que congrega a su alrededor la vida cultural de la ciudad para dar pie a nuevas reflexiones que presentan a Madrid como una ciudad para vivir el arte.
Todas las actividades serán comunicadas a través de las redes sociales y la página web especialmente diseñadas dentro del marco de una activa campaña de divulgación del nuevo edificio. Asimismo, el público general podrá disfrutar de esta programación tanto en streaming como de manera presencial (bajo limitaciones de aforo).
Este nuevo espacio donde convergen tradición y vanguardia nace de la colaboración entre emprendedores de distintos ámbitos: más de cien empresas han participado en el desarrollo de Montalbán 11.
La iniciativa, promovida por Maximilian Pizzorni, en representación de Italinmuebles, contó en el concepto arquitectónico y la rehabilitación de la edificación patrimonial, con el trabajo de Carlos González Weil del estudio de arquitectura Molior.
Por su parte, Karina Saravo Sánchez, de In Situ Art Projects -estudio de arquitectura filial del Grupo Odalys, dirigido por Odalys Sánchez- se encargó de la integración de las obras de arte en los espacios protegidos del inmueble; un trabajo que emprendió de la mano de Carlos Cruz-Diez, mientras que las obras de arte fueron realizadas por el Atelier Cruz-Diez, núcleo generador de soluciones para la realización de proyectos del artista, dirigido por Carlos Cruz-Diez Jr.
Finalmente, el diseñador Totón Sánchez, desde su estudio Sánchez+Sánchez, creó el concepto de interiorismo del inmueble, y Fernández Molina Obras y Servicios, bajo la dirección de José Fernández Álvarez, fue la empresa constructora encargada de la rehabilitación integral del edificio.
Información de: El Universal.