La cuarentena se ha convertido en una estrategia como medida para minimizar los impactos del COVID-19 para las organizaciones, comunidades y ciudadanos en general. Cada estado, municipio e incluso ciudad, ha establecido normativas que han ido desde horarios para desplazamientos hasta restricciones totales, pasando por establecer zonas específicas de alto riesgo. Cada política considera aspectos culturales, condiciones geográficas, densidad poblacional, recursos disponibles y la evolución de la propagación, entre otros.
Mientras millones de venezolanos mantienen su interés en preservar su salud física y mental, existen delincuentes que identifican y no desaprovechan las oportunidades que se les presentan. El hecho de que una crisis como la del COVID 19 se desarrolle no implica que las actividades ilegales se paralizan. Lo que sucede así como la mutación del coronavirus es que existe una mutación del delito, una multiplicación en la diversidad de modos de actuar, el desplazamiento a otras zonas e incluso la incorporación de nuevos actores. De allí la importancia de mantener medidas de prevención correspondientes a la protección de activos.
Las colas para suministro de combustible se han hecho comunes a cualquier hora del día. En oportunidades los ciudadanos prefieren garantizar su espacio desplazándose y permaneciendo en las colas desde altas horas de la noche. Ya se han presentado casos donde los delincuentes realizan robos a quienes allí permanecen. Si usted pasa a ser una de las víctimas no oponga resistencia, aunque a primera vista el sujeto parezca no estar armado, cualquier objeto no vale su integridad ni la de los suyos. Mantenerse inmerso en un teléfono celular no le va a permitir estar atento a lo que sucede a su alrededor. Acuda a la compra de combustible con la cantidad de dinero que le permita pagarlo, al portar cantidades adicionales pueden incrementar su pérdida ante un delito. No permanezca en las colas con niños pequeños ni con adultos mayores, se trata de eslabones débiles hacia los que puede orientarse el delincuente.
Especialmente en algunos supermercados y farmacias, los delincuentes aprovechan el apresuramiento de las personas para realizar sus actividades. No deje objetos en la cabina de su vehículo, la mayoría de los estacionamientos advierten que no se hacen responsables de pérdidas o hurtos de objetos. Mantenga su bolso o billetera siempre con usted, preferiblemente en el caso de los caballeros, en el bolsillo delantero, dejar su bolso o cartera en el caso de las damas en la cesta de compras aún por breves instantes, será una oportunidad que el delincuente no va a desaprovechar. Si va a pagar con divisas, distribúyalas en varios bolsillos y así no expone innecesariamente la totalidad del dinero que lleva con usted. Evite las aglomeraciones de personas en los pasillos de compras para minimizar ser víctima de carteristas.
Quienes falsifican o adulteran productos tienen en los actuales momentos un campo fértil. La demanda en especial de medicamentos es aprovechada para vender a inexpertos. Verifique que quien ofrece un producto es alguien conocido y en caso de ser por Internet, valide los datos mediante una llamada telefónica y/o recomendación de terceros. Desconfíe de cualquier producto que presente cambios en el diseño de la presentación original que ya conoce. Siempre es más aconsejable seleccionar los proveedores con reputación comprobada.
El incremento de las actividades de todo tipo por Internet está siendo útiles a los ciberdelincuentes. La sustitución de identidad sigue en auge en especial para realizar estafas argumentando la venta de dólares. No se deje llevar por el apresuramiento y verifique directamente con el familiar o amigo que hace una propuesta de compra venta. Algunas páginas web piratas muy bien diseñadas dicen ser organizaciones caritativas que solicitan una mínima donación para mantener sus actividades contra el COVID 19. Cuando quien actúa con buena fe procede a hacer un pequeño aporte sus datos son direccionados a otras bases de datos donde serán utilizados para atacar sus cuentas bancarias. Aplican la misma modalidad mediante correos electrónicos masivos. Los jóvenes y niños más que nunca permanecen frente a un computador para informarse, distraerse o comunicarse con terceros. Hay que mantenerlos informados de que ellos son el grupo preferido de estafadores, secuestradores, pederastas y otros delincuentes sin ningún tipo de escrúpulos.
Las ventas de productos y servicios a domicilio son una válida alternativa ofrecida por emprendedores muy honestos en su mayoría. Algunos delincuentes mediante complicidad interna pueden hacerse pasar por un proveedor y realizar un robo al inocente cliente. Al igual que en otras compras, solicite a terceros sus recomendaciones. Al realizar la transacción no facilite sus claves bancarias y pida los datos de quien hará el servicio de transporte. Recuerde que el entorno cambia cada vez más rápido y con ellos el delito. Sea parte activa de su protección y con ello evite ser víctima.
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Adolfo M. Gelder