La coordinadora de la Unidad Educativa Privada José Gregorio Hernández de Charallave, Angelia Quintana, aseguró que vio llorar la imagen del beato venezolano que se encuentra en este plantel; algo que nunca había sucedido en los 14 años que la figura tiene en la sede.
“Quiero dar fe de lo sucedido el viernes 30 de abril, cuando beatificaron a nuestro santo. Ese día, luego de comenzar las oraciones frente a un altar que se hizo en la institución y que la directora de la sede hablara de las obras maravillosas que ha hecho nuestro doctor, observamos que estaba llorando”, aseguró Quintana.
Quintana indicó que en un primer momento pensaron que se trataba de un efecto causado por el frío del aire acondicionado. “Sin embargo, después nos acercamos a la imagen y vimos que era una lágrima”, acotó.
La declarante dijo que continuaron rezando y llamaron al padre de la parroquia eclesiástica Santa Rosa de Lima. “El sacerdote nos dijo que mantuviéramos la fe, que posiblemente era una señal de que la pandemia por COVID-19 cesará pronto o un agradecimiento de José Gregorio porque lo beatificaron”.
Deudelis Salazar, quien trabaja en el área de mantenimiento del plantel, certificó lo dicho por Quintana. Ella fue la encargada de limpiar la imagen de José Gregorio Hernández el día que colocaron el altar. Eso ocurrió el miércoles 28 de abril.
“Yo lo bajé del lugar donde siempre reposa a la entrada de la escuela. Lo lavé, lo bañé y él no tenía los ojos brillantes ni esa lágrima. Cuando lo ubicamos en el altar, tampoco. Fue después cuando lloró”, agregó Salazar.
Despiece
Todo es supuesto
José Ángel Medina, coordinador de asuntos religiosos de la alcaldía del municipio Cristóbal Rojas, señaló que por ahora hay que hablar de supuestos hasta tanto los estudios pertinentes demuestren lo contrario.
Ayer lunes, 3 de mayo, cuando el equipo de la voz estuvo en el plantel, ubicado en el casco central de la ciudad de Charallave, la figura aún conservaba una especie de lágrima en su ojo izquierdo.
MIP-TUY Agencia