Esta iniciativa, que se adelanta de la mano de Jardines Ecológicos Topotepuy, está enmarcada en los programas de Responsabilidad Social Empresarial de Bancamiga. Permitirá a la institución educativa ayudar a resolver los problemas de alimentación de estudiantes y padres en situación de vulnerabilidad, además de que el espacio será un lugar de aprendizaje y esparcimiento.
Los programas de Responsabilidad Social Empresarial permiten a las organizaciones impactar de manera directa en las comunidades y por ende en la vida de los ciudadanos. Junto a Jardines Ecológicos Topotepuy, Bancamiga apoya la iniciativa de crear un Huerto para la Vida en la Escuela Nuestra Señora del Encuentro, enclavada en lo alto del Mirador del Este, entre los barrios Los Pajaritos, El Nazareno y Maca.
Los economistas Yorman Jiménez y Brisleinys Parra, de la Coordinación de Planificación, llevaron algunos conceptos y recomendaciones básicas sobre las finanzas personales. Los factores que influyen en el presupuesto, ahorro o inversión, superávit o déficit y cómo gestionar correctamente nuestras finanzas fueron algunos de los aspectos abordados, todos muy bien recibido por los asistentes.
Tanto Jiménez como Parra indicaron que las familias deben comportarse como una empresa. Cuidar su nivel de ingresos y egresos, sin perder de vista el objetivo final que “es el bienestar familiar. Hay que trabajar como un equipo”.
“A pesar de las dificultades que se puedan enfrentar, hay que ser optimistas y trabajar por el bienestar personal y familiar”, dijo Parra.
La hermana María Inés es la rectora general de la Escuela, una institución que está operativa desde el año 2000 y donde 880 estudiantes reciben formación integral en las etapas inicial, primaria, secundaria y técnica. Además funge como una especie de comedor donde 220 personas de la comunidad en situación de vulnerabilidad se benefician con almuerzos y 50 estudiantes con desayunos.
Calificó como una “bendición” las charlas de Topotepuy sobre las prácticas adecuadas para el equilibrio de la naturaleza y garantizar así el equilibrio del planeta y las de Bancamiga sobre el manejo de las finanzas.
“Esto es muy alentador y ayuda a levantar los ánimos ante tantos problemas. Hay una frase que dice que para mantener el fuego hay que echarle así sea pajita, no hay que hacer una gran hoguera. Hoy nos han ayudado a renovar la esperanza”.
Sostuvo que el Huerto para la Vida no solo permitirá cultivar para recoger una cosecha y ayudar alimentar a los niños y a los estudiantes sino también será un estímulo para el cuerpo y el alma, un espacio de recreación y de descanso, “un ambiente distinto que fortalezca la vida”.
Mientras, Omaira Lozano, voluntaria de Topotepuy, indicó que Bancamiga junto a otras empresas han venido apoyando este proyecto para generar ese espacio que permita a los pueblos resolver el tema de la alimentación de estudiantes y padres en situación de desventaja, pero también “queremos que el huerto sirva como un módulo abierto que permite llevar ideas y valores a los hogares”.
“La charla de finanzas ha sido muy exitosa y nos abre un camino de posibles alianzas en temas que hasta ahora no habíamos visto”.