Este jueves 13 de mayo se cumplen 104 años de la aparición de la Virgen de Fátima hecho ocurrido ante tres que niños fueron a pastorear sus ovejas como de costumbre, a un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de su pueblo natal de Fátima en Portugal. Se trataba de Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años, respectivamente.
En esa oportunidad, Lucía describió haber visto, sobre una encina, «a una mujer más brillante que el sol», vestida de blanco y con un manto de bordes dorados y un rosario en las manos, que les pidió que volvieran el mismo día trece y a la misma hora durante cinco meses consecutivos, encomendándoles el rezo del rosario.
Según los escritos de Lucía, la última aparición de la Virgen a los tres pastorcitos tuvo lugar el 13 de octubre de 1917, día en que se produjo el llamado Milagro del Sol, presenciado por setenta mil personas, entre ellos algunos periodistas y personalidades públicas de la época. El comunicador social Avelino de Almeida, del diario «O Século», escribió en este periódico el acontecimiento.
Ese denominado Milagro del sol o Milagro de Fátima, hizo crecer más la fe de los habitantes de Portugal. Ese mar de gente se reunió en Cova da Iria junto a los tres niños pastores para contemplar el sol. La profecía predecía que la Virgen María (Nuestra Señora del Rosario de Fátima) aparecería y realizaría milagros en la fecha señalada. Un gran número de personas que acudieron al lugar dijeron haber presenciado actividades solares extraordinarias, como ver al sol «danzar o zigzaguear», girar hacia la Tierra o emitir luz multicolor y colores radiantes
SANTUARIO DE FÁTIMA EN VENEZUELA
Cuestión de fe. Sin embargo, este hecho que detonó ese fervor a Fátima, ha llegado a varios rincones del planeta, incluyendo Venezuela, donde existe una numerosa comunidad portuguesa que desde hace casi catorce años, específicamente un 3 de julio del año 2008 cuando se pone la primera piedra para la construcción de la réplica modernizada del santuario de Fátima , viene trabajando incansablemente para la culminación de este imponente santuario en honor a la virgen , el cual se viene construyendo en el sector Llano Alto de Carrizal estado Miranda
Agustín Goncalves, directivo de la Asociación Civil Amigos de la Virgen de Fátima, nos informa que la obra está casi lista en un 96%. Sin embargo, no se crean que es una obra de poca envergadura. La misma abarca tres hectáreas en los Altos Mirandinos, sector Llano Alto en la parroquia Carrizal del estado Miranda.
En construcción son 23 mil metros cuadrados, que incluyen cuatro niveles de estacionamiento y en la parte superior la iglesia de 1.600 metros cuadrados. Bancos, techos, puertas y otros periquitos están todos construidos. Lo único que faltaría es colocar el mármol del altar y culminar el vitral principal de 114 metros cuadrados, del cual faltaría como un 30%. Un veinte está siendo ejecutado, mientras que para el otro diez, se necesitaría traer de Estados Unidos el vidrio especial restante, más colorantes en polvo. Estos insumos se mezclan en un horno y se arma la estructura como un rompecabezas. La artista Jenny Monges es la encargada y cuenta con la colaboración de su esposo.
Como dato, existen ya doce vitrales pequeños repartidos a seis por cada lado, que incluye uno de José Gregorio Hernández, aparte de otros santos y santas), cada uno de dos metros ancho por cinco de alto. Aparte están la capilla del santísimo, la sacristía y la casa parroquial, todas ya ejecutadas en obra civil. Lo único que falta es el equipamiento de las mismas.
Isidro González, jefe de prensa de esta asociación, recordó que todos los domingos a las 9:30 am se realizan «misas presenciales con todas las medidas de bioseguridad exigidas y este domingo 16 de mayo a la misma hora se realizará una misa sencilla por el aniversario de la primera aparición de la virgen de Fátima .
El colega periodista recordó que en las primeras celebraciones no afectadas por la pandemia, se realizaban también una procesión y verbenas con el fin de recaudar fondos. En las mismas se vendían comida típica y dulcería criolla y portuguesa, aparte de la tradicional «poncha» .
Goncalves también hizo hincapié en que casi todo lo recaudado en más de trece años ha sido mediante colaboraciones del sector privado, pero que un 70 por cierto se recolectó gracias a la colonia portuguesa mediante decenas de verbenas, cenas especiales: «Hubo una vez un Festival del Arroz y otras actividades».
Aclaró que no sólo la comunidad portuguesa le profesa a esta Virgen en nuestra nación: «También hay españoles, italianos, colombianos y, por supuesto, venezolanos. Un ejemplo es que la mayoría de nuestros vecinos en Carrizal no son de ascendencia portuguesa, pero son muy devotos de la virgen de Fátima. También los encuentra en Distrito Capital, La Guaira, Aragua, Carabobo, Portuguesa y casi todo el país».
Para culminar ese cuatro por ciento de la obra, todavía falta dinero, que se hace cuesta arriba en estos tiempos de pandemia. De ahí que las colaboraciones se pueden concertar por el Instagram @santuariodefatimavenezuela, donde se darán detalles de cómo hacerlo.