Texas está cerca de eliminar la necesidad de tener un permiso para portar armas en público. Greg Abbott, el gobernador del Estado, tiene en su escritorio la reforma HB1927, que fue aprobada el domingo por el Congreso local a puerta cerrada, y solo espera la promulgación.
El político republicano, un fervoroso creyente del derecho a la posesión de armas, ha anunciado que la firmará y publicará en los próximos días. La medida ya ha sido criticada por demócratas y por activistas que abogan por mayores controles de armas. Los especialistas han alertado también del giro que algunos estados conservadores han tomado respecto a la segunda enmienda en los primeros meses de la Administración demócrata en la Casa Blanca, destacó El País de España.
En Texas, hasta el momento, basta con que el sheriff del condado, la policía local o estatal den el visto bueno a portar un arma tras una revisión de antecedentes y una toma de huellas dactilares. Esta se otorga por cinco años a mayores de 21 años que hayan aprobado un curso práctico de seis horas, un examen escrito y una prueba de tiro. Las autoridades han dado más de 1.5 millones de permisos en Texas, que son válidos para portar pistolas en otros 37 Estados, pero que no tienen validez en sitios como hipódromos y aeropuertos.
La iniciativa, que ha sido aprobada por las mayorías republicanas en la Cámara de Representantes y el Senado de Austin (capital del Estado), elimina los requisitos antes mencionados. Bastará con tener 21 años. Las pruebas serán sustituidas por un curso gratuito en línea. Los senadores locales, sin embargo, añadieron una enmienda a la norma que hace más duras las penas para todos aquellos que porten armas teniendo antecedentes penales o de violencia doméstica. Además de los tiroteos públicos, las armas han mostrado ser un mortal ingrediente para la violencia machista en Estados Unidos. Cada año más de 600 mujeres, 16 cada hora, son asesinadas por sus parejas de acuerdo a datos de Giffords, un centro de políticas públicas enfocado al control de armas. El 55% de los feminicidios involucran una pistola.
El director de Giffords, Peter Ambler, ha reprobado este martes la decisión de los tejanos. “De forma trágica, las comunidades del Estado experimentarán aún más los dañinos efectos de la violencia armada con la promulgación de esta ley temeraria”, afirmó el especialista en un comunicado. El diario Texas Tribune publicó el lunes un sondeo que señala que el 59% de los habitantes del Estado, de 29 millones de personas, cree que los permisos de portación deben continuar vigentes. La cifra entre republicanos, sin embargo, se reduce al 39%. El 59% pide eliminarlos.
Verónica Escobar, una congresista demócrata en Washington originaria de El Paso, ha criticado la norma. “La verdad es que nuestras muertes no importan”, escribía la legisladora de origen latino en las redes sociales, en referencia de la cruda matanza ocurrida el 3 de agosto de 2019 en un supermercado de la ciudad fronteriza. Patrick Wood Crusius, un joven blanco de 21 años, entró entonces a un Walmart a matar latinos. 23 personas murieron y otras 23 fueron heridas. “El Legislativo de Texas ha decidido expandir el fácil acceso a la portación de armas sin permisos”, se quejaba Escobar en Twitter este lunes. Joe Moody, un congresista demócrata local de la misma comunidad, afirmó el domingo que los habitantes de El Paso “esperaban algo mejor y aun así eso es lo que obtuvieron”.
Con información de: El Universal.