El dirigente, de 44 años, egresado como abogado de la Universidad Fermín Toro, considera que sus 18 años como militante de Primero Justicia y 10 años como su coordinador regional, le otorgan cualidades para convertirse en el abanderado de los factores de oposición al ejecutivo regional barinés monopolizado por la familia Chávez desde hace 20 años
Pedro Luis Castillo tiene 44 años. Nació el 27 de marzo de 1977 en el hospital Dr. Luis Razetti de Barinas. Es abogado egresado en el año 2004 de la Universidad Fermín Toro, en Barquisimeto, pero además es locutor de profesión y de oficio desde el 2006. Ostenta una maestría en Criminología y Criminalística que cursó en la Universidad Bicentenaria de Aragua y en la actualidad, cursa otra maestría en Derecho Procesal en la misma universidad.
El joven dirigente recuerda con claridad que en el 2003, se inscribió en el partido Primero Justicia, organización en la cual milita y de la cual, desde el 2011, es su coordinador regional. Afirma que siempre ha sido obediente y que se ha guardado sus aspiraciones porque es un político disciplinado, pero considera que ahora llegó su momento de presentarse como abanderado de los factores de oposición a la gobernación del estado Barinas, territorio dominado por el chavismo desde su aparición en el concierto político nacional, porque está preparado política y académicamente.
¿Por qué Pedro Castillo cree que ahora le llegó el momento de presentar su nombre a la gobernación?
-Antes de graduarme de abogado, en el 2003, me inscribí en Primero Justicia, partido político en el que milito desde entonces. En el 2004 ingresé a la política porque entendía que había que producir un cambio en la conducción del país. Aspiraciones siempre las he tenido, pero, soy de los que creo que uno no debe ser irresponsable y primero hay que prepararse, formarse; siempre estuvimos allí de frente y en el 2013 pude haber sido candidato a concejal, sin embargo, postulé a otros de mis compañeros de partido como Bárbara Angulo, Wilfredo Valero y Juan Pedro Crespo y me mantuve en espera.
Dice que su aspiración fue ser diputado a la Asamblea Nacional, pero las cosas no se dieron. Se aguantó. Trabajó para Julio César Reyes de Avanzada Progresista, para Freddy Superlano, de Voluntad Popular, para Fernando Monsalve, de Copei e incluso para Andrés Eloy Camejo, de Acción Democrática; es decir, para todos los que hoy se presentan como opción, trabajó por ellos para las elecciones parlamentarias, regionales, presidenciales y nunca presentó su nombre, explica.
“Hoy, creo que estoy preparado política y académicamente para asumir el reto de la gobernación del estado. Además de esto, creo que mi lucha ha sido frontal, la gente me conoce, nunca he ‘guabineado’, siempre he estado de frente en la lucha en la calle como en la arena política. Cuando ha habido que protestar allí he estado, o cuando ha habido que luchar en los centros electorales, como lo hice en el 2017, cuando vi que estaban robándole las elecciones descaradamente a Freddy Superlano y reclamé y me hicieron preso”.
Pero hoy día, quien ama el estado no solo por haber nacido allí sino porque sus cuatro hijos también nacieron ahí, quiere hacer su vida en Barinas. Aunque ingresó a la política en el 2003, recuerda que en 1998, en el siglo pasado, siendo gobernador el maestro Hugo de Los reyes Chávez, le inventaron un cargo a Argenis Chávez como secretario de estado para mandar por mampuesto como gobernador. “Estamos en el 2021, y esto hay que dejarlo claro, porque no es que tiene cuatro años gobernando, y el señor quiere reelegirse, mientras en este tiempo hemos visto como, lamentablemente, nuestra Barinas ha venido en decadencia”, comentó.
A criterio de Castillo, vista la crisis por la que atraviesa el estado llanero, no queda otra que salir a luchar. Es el momento cuando se siente verdaderamente preparado, con su equipo de Primero Justicia y tantas otras personas que se han ido sumando porque creen necesario que haya una renovación y un verdadero cambio en la política barinesa.
¿Cree que en este momento hay condiciones reales para que la oposición participe en cualquier evento electoral organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) tan cuestionado por esa misma oposición?
-Creo que los momentos en la política no son lineales. La política no es lineal, como la vida no es lineal. Ciertamente, uno de los organismos más cuestionados del país es el CNE y creo que su máximo interés es justamente generar que la gente no tenga confianza en el árbitro para que al final, decida no participar porque piensa que, qué sentido tiene si igual le van a robar. «Ese es un guion de desmotivación que ellos tienen», afirma.
Ahora, en el 2018, la participación no tenía sentido. Se iba a unas elecciones presidenciales y todo candidato que se presentaba era inhabilitado como los casos de Henrique Capriles, Leopoldo López, María Corina Machado, Manuel Rosales tampoco pudo participar y solo dejaron a Henri Falcón, el menos querido. “Era como: escojan entre el opositor en el que nadie cree o escojan a Nicolás Maduro, como para que la gente no fuera a votar”, comentó.
Hoy, Castillo cree que fue un acierto no ir a votar porque eso ha traído como consecuencia la deslegitimación del régimen de Nicolás Maduro o de lo que él representa o quiso representar en la presidencia.
En el caso de la Asamblea Nacional, también tenía sentido no participar porque el mundo, luego del reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino en el 2019, justamente por no haber participado en la convocatoria de elecciones en el 2018, “nosotros no podíamos sacarle la silla a Guaidó cuando el mundo estaba diciendo que no reconoce a Maduro sino a Juan Guaidó”, precisa.
¿Y por qué ahora sí vale la pena?
– Esta es una elección regional que, además, va a medir a los gobiernos locales, a los legisladores y concejos municipales. No es que las condiciones se acercan a ser óptimas ni es que hayan cambiado mucho. Ciertamente, no es igual que vaya a participar con cinco rectores o árbitros en contra, que ir con dos que se sabe que no son de ellos, pero están allí. Es evidente que ellos –el oficialismo- tienen mayoría, pero las condiciones han cambiado con respecto al árbitro.
Además de eso, hoy cuentan con algo que no habían tenido nunca, que es la observación internacional. “Nunca antes habíamos tenido tan metida a la comunidad internacional en todo lo que tiene que ver con los procesos políticos en Venezuela y como un hecho que va a darse, con nosotros o sin nosotros, que es la elección del 21 de noviembre”, apunta.
A juicio de Castillo, el 21N representa una oportunidad y es que hay una realidad, “nos guste o no” que es que quien sigue controlando el poder es Nicolás Maduro. “No podemos seguir jugando a la fantasía. Ciertamente hay un desconocimiento hacia afuera, pero adentro, quien controla el poder es Nicolás Maduro”, insistió.
Considera que si se continúa dejando pasar, lo que finalmente se va a tener es a un pueblo resignado a no conseguir espacios de lucha o a un pueblo queriendo irse del país, como ya lo han hecho más de seis millones de venezolanos, porque no ven futuro en nuestra patria.
“Los jóvenes yéndose del país, los viejos muriendo de mengua y la oposición sin ofrecer una respuesta política acertada. Eso no dio resultado efectivamente, y bueno, lo que queda es retomar la vía electoral, que es lo que los políticos sabemos trabajar y porque, además, las encuestas serias del país dicen que 65% de los venezolanos quiere participar en las elecciones, cuando hace tres meses atrás, apenas 30% estaba dispuesto a participar, eso quiere decir que la gente cree en la ruta democrática, y si nosotros los políticos ese deseo manifestado por nueve de cada 10 venezolanos que quiere salir de este desastre, lo convertimos en una fuerza monolítica, no habrá fraude que detenga esto”, puntualizó Castillo.
¿Cómo piensa capitalizar el voto de los barineses, entusiasmarlos para que voten cuando existe la posibilidad que, de ganar la gobernación, le monten un padrino que no lo deje trabajar?
-Si algo me ha gustado en la vida es asumir los retos cuando me son adversos. No ando haciendo demagogia, no he dicho que voy a cambiar la realidad de este estado ni en los recorridos que hago le digo a la gente que le voy a resolver el asfaltado de las calles de su comunidad. No, yo le hablo claro a la gente. Nosotros, quienes aspiramos a ser gobernantes en este estado, de la instancia que sea, gobernador, alcalde, concejal o diputado, tenemos que ser los primeros abanderados de la lucha por el cambio.
Quienes lleguemos aquí tenemos que trabajar por el cambio del modelo político que lamentablemente hoy tiene sumida a Venezuela en esta situación. Eso no quiere decir, aclara, que uno como gobernante no asuma las funciones que tiene que hacer, pero entendiendo que hay una realidad país que no es la que quisiéramos. No es una situación normal la que estamos viviendo, esto es una situación de anomia y debemos saber qué hacer si te ponen a un protector, aunque Maduro dijo en un discurso que iba a eliminar esa figura, “cosa que no creemos”.
Lo que si le puede garantizar a la gente, dice, es que si de algo está enamorado en la vida es de Barinas y si Dios le da la oportunidad de hacer algo bueno por Barinas, tenga el pueblo barinés la plena y absoluta seguridad que lo va a hacer bien. Pero eso no quiere decir de ninguna manera, “que llegó Pedro Castillo y aquí se van a acabar todos los problemas, porque eso no es verdad, porque aquí hay un problema nacional que nos debe ocupar a todos de principio y es procurar el cambio para que después llegue la calidad de vida de los venezolanos”.
Castillo afirma que si no se sale de Nicolás Maduro, si quienes lleguen a cargos de gobernantes solo van a hacerlo para ver que les dan, a arrodillárseles a Maduro para que les bajen los recursos para poder hacer algo, “vamos a terminar aplastados por la realidad de no poder hacer nada, la gente criticándonos ante las promesas incumplidas y eso se traducirá en una nueva frustración para nuestro pueblo”. Por eso, dijo, no le ando vendiendo humo. Ando hablándole claro a la gente y creo que ese ha sido del éxito de lo que uno ha venido trabajando, sentenció.
Considera que si se quieren cambiar las cosas hay que ser distintos no solo en el discurso, sino también en la práctica. “No puedo llegar a decirle a la gente que el problema va a estar resuelto cuando yo estoy claro que no lo voy a poder resolver. Lo que si le voy a decir a los ciudadanos, es que usted va a tener allí a un aliado en su lucha y en su padecimiento y Barinas va a tener a un genuino representante para el cambio de este estado y para el cambio de este país”, apuntó.
¿Del 1 al 20, qué calificación se da para ser el abanderado de la oposición a la gobernación de Barinas?
-Es odioso lanzarse flores uno mismo. Quisiera que fuera la gente la que al final dijera cómo está uno, si lo ven bien, si la opción que uno representa le parece que debe ser. Te digo algo, hoy represento una opción y así hay otros compañeros de la unidad que, por cierto, todos son mis amigos, y están presentando su opción.
Yo te pudiera decir que tengo 20, ahora, si es alguien de Voluntad Popular, dirá que tengo 13. O si es de Un Nuevo Tiempo, dirá que tengo 14, un adeco dirá que tengo 10, si lo ve alguien de la opinión pública que de repente no me conoce, dice que tengo 08.
Pero lo que realmente quiere es que la gente entienda que de este lado, quienes están en la unidad y son de los factores democráticos que quieren un cambio en el país, están en procura de construir una opción que permita salir de la familia Chávez, que tiene 22 años gobernando, y lo que representa Nicolás Maduro, y esto puede ser posible si se unen, entendiendo que no debe ser una unión solo de políticos, sino que debe ser con la gente y con los políticos, es decir, todos en procura de un cambio para poderlo lograr.
“Pedro Castillo, hoy, representa la renovación política que mi partido, Primero Justicia, está llevándole al pueblo barinés. Si no soy el candidato, haré lo que he hecho toda la vida y que no es más que trabajar en procura del cambio con el que sea candidato, pero si Dios me da la oportunidad y el pueblo de Barinas decide que yo sea su abanderado, tengan la plena y absoluta seguridad que haré todo lo que mi cuerpo y alma dé para producir un cambio en este estado”.
Reconoce que ha habido conversaciones entre los aspirantes a candidatos, no obstante, no han llegado a ningún acuerdo, por lo que estima que se necesita tanto consenso como sea posible o tantas primarias como sean necesarias. Al final, todos nos necesitamos y hay un fin último y no es un espacio por el nombre de una persona en la gobernación, sino producir el cambio verdadero en este estado, concluyó.
Nota de prensa