Sin colchonetas, sin ventiladores, sin comida y con los televisores destrozados se encontraron los presos que conviven en los calabozos de la Comandancia General de la Policía de Guanare, estado Portuguesa, luego de que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana hicieran una requisa mientras la población penal asistía a un acto de plan de descongestionamiento judicial.
Los presos de Guanare le manifestaron al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) que se sienten engañados. Esto ya que los sacaron la mañana del jueves 29 de julio para un acto donde darían libertades. Sin embargo, mientras todos estaban fuera del recinto hicieron la requisa.
Denunciaron que destruyeron todos sus enseres, se llevaron ropa y comida y muchos quedaron sin nada. Ahora tienen que reponer las colchonetas y muchos no tienen los recursos para hacerlo.
Asimismo, aseguraron que los funcionarios policiales le incumplieron la palabra porque el día miércoles habían preguntado sobre una posible requisa y ellos lo negaron. Los privados de libertad denunciaron además que dentro de la comandancia tenían unos gallos que fueron encerraron en una misma jaula y los animales se mataron entre sí.
En tanto, informaron que cuatro detenidos fueron sacados de sus celdas señalados como los líderes negativos. Según los presos, les habrían sembrado unas armas y granadas que no existían, para no ser investigados en la causa presuntamente le estarían cobrando una alta suma en dólares.
De la misma forma los privados de libertad de la Comandancia General de la Policía de Guanare dicen sentirse engañados porque el jueves 22 de julio recibieron una visita de una diputada. Según indicaron esta les prometió que el 80 % de la población penal de ese recinto saldría en libertad.
Allí había en total 322 detenidos y a todos los atendieron durante el plan de descongestionamiento realizado ese mismo día.
Durante la revisión, los jueces y fiscales pudieron constatar el retardo judicial. Había presos que tenían entre seis y hasta ocho años que no eran llevados a un tribunal y ni siquiera habían sido objeto de una audiencia preliminar. Por ello le expresaron que todos tenían las causas caídas. Situación que, según les explicaron, les valdría para recibir la libertad.
Denunciaron que en esa comandancia no los trasladan a tribunales porque «todo es un negocio» que presuntamente tienen los funcionarios. En cada salida al tribunal de Guanare les cobran entre 5 y 10 dólares. Pero además, quien debe ser llevado a los tribunales de Acarigua deben cancelar 60 dólares. Si están por el estado Lara deben pagar hasta 130 dólares.
Ese mismo jueves, que culminaron la jornada de revisión de expedientes, los presos quedaron muy esperanzados con su libertad. Sin embargo, una semana después llegó un General indicando que solo se aprobaron 42 libertades, pero todos debían acudir al acto.
La población penal de esa comandancia quedó en 280 privados de libertad. A muchos les corresponden libertades peroo no los tomaron en cuenta, ni siquiera los de los delitos menores o los seis presos con tuberculosis que se encuentran en muy mal estado de salud, cuyos familiares esperaban por una medida humanitaria.