La Casa Blanca reaccionó este miércoles con escepticismo a la petición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una moratoria global a una tercera dosis de las vacunas contra la Covid-19, y se negó a elegir entre donar algunas de ellas y reservarse otras.
«Creemos que es una elección irrelevante y que podemos hacer ambas cosas», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, al ser preguntada por la petición de la OMS durante su rueda de prensa diaria.
Aunque las autoridades sanitarias estadounidenses no ven necesaria por el momento una tercera dosis de las vacunas contra la Covid-19 aprobadas en el país, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos no ha descartado autorizarla en un futuro.
«Tendremos los suministros suficientes para asegurar que, si la FDA decide que se recomienda una dosis de refuerzo para una parte de la población (ya vacunada con la pauta completa), podemos proporcionarlas también», subrayó Psaki.
Mientras, Estados Unidos seguirá donando vacunas a otros países con menos recursos, aseguró la portavoz, quien aseguró que el país norteamericano ha compartido más dosis «que ninguna otra nación del mundo», con más de 110 millones de unidades donadas a 65 países.
«Creemos que podemos hacer ambas cosas (donar vacunas y reservarnos dosis), y que no tenemos que tomar esa decisión», zanjó Psaki.
La portavoz del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reaccionaba así a la solicitud de la OMS de que todo el mundo retrase al menos hasta el final de septiembre cualquier plan de administrar terceras dosis a aquellos que ya están completamente vacunados.
Esa moratoria tendría como objetivo concentrar los esfuerzos en conseguir que al menos el 10 % de la población de cada país esté vacunada, y proteger así a quienes están en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave y morir, explicó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La situación de Estados Unidos, donde todavía no se ha autorizado el uso de terceras dosis, no es la misma que la de Israel o Alemania, que ya han decidido ofrecer una dosis de refuerzo a su población de riesgo, ni la del Reino Unido, que planea hacer lo mismo a partir de septiembre.
No obstante, la farmacéutica Pfizer tiene previsto pedir formalmente a la FDA este mes que apruebe el uso de terceras dosis de su vacuna en Estados Unidos, si bien el proceso para autorizar esa medida podría ser largo y necesitaría además el visto bueno de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).