Estados Unidos reanudó este lunes los vuelos militares en el aeropuerto de Kabul, tras interrumpirlos por el caos desatado en las últimas horas ante la irrupción de centenares de afganos en las pistas en un intento de encaramarse a los vuelos destinados a evacuar a estadounidenses y sus aliados.
Así lo afirmó en un rueda de prensa en el Pentágono el vicedirector de Logística del Estado Mayor, el general Hank Taylor, quien señaló que actualmente hay 2.500 soldados de su país desplegados en el aeropuerto, y que serán 3.500 a final de esta jornada.
«Llegarán más pronto», dijo el portavoz.
La situación degeneró en las últimas horas en el aeropuerto de Kabul, donde EE.UU. está evacuando al personal de su embajada y a sus aliados en Afganistán, después de la caída de la capital en manos de los talibanes este domingo.
Pese al caos provocado, el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby, rechazó en la misma comparecencia ante los medios tachar la operación de evacuación de «fracaso», al ser preguntado sobre qué falló en la planificación de este proceso.
«Planeamos todo tipo de contingencias, pero no es un proceso perfecto —siguió—. Los planes no se predicen siempre a la perfección y, como se sabe en las Fuerzas Armadas, los planes no siempre sobreviven en el primer contacto y tienes que adaptarte en tiempo real».
Taylor tiró balones fuera cuando fue preguntado al respecto y señaló que «había muchos afganos que intentaban salir del país».
«No creo que fuera una falta de planificación», opinó.
El general subrayó, por otro lado, que EE.UU. no ha llevado a cabo bombardeos en las últimas 24 horas en Afganistán, pero que sus comandantes en terreno «mantienen la capacidad» de hacerlo si fuera necesario.
Kirby agregó que EE.UU. dará por cerrada su misión cuando acabe de evacuar a los estadounidenses que se encuentran en el país asiático, lo que calcula que culminará el 31 de agosto, si mantiene el ritmo de sacar a 5.000 personas al día.
Ante el deterioro de la situación en Afganistán, el jefe del Comando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU. (CENTCOM), general Kenneth McKenzie, se reunió este lunes con líderes talibanes en Doha (Catar) para hablar de la situación en el país centroasiático y pedirles que no ataquen a los estadounidenses.
Con anterioridad, Kirby explicó que McKenzie «fue muy claro y firme» en sus conversaciones con los dirigentes talibanes, a los que advirtió que cualquier ataque contra estadounidenses «será confrontado con una respuesta muy rápida y con fuerza».
El Pentágono informó previamente que hubo dos incidentes en el aeropuerto en los que las fuerzas de EE.UU. tuvieron que abrir fuego ante «amenazas hostiles» y causaron la muerte de dos asaltantes.
EE.UU. envió en los últimos días 6.000 soldados a Afganistán ante el deterioro de la situación de seguridad, a los que se sumarán otros 1.000 próximamente.
Con información de EFE