Los talibanes anunciaron este martes una amnistía general para todos los funcionarios del Estado, a los cuales exhortaron a volver a trabajar normalmente, dos días después de haber tomado el poder en Afganistán.
«Se decretó una amnistía general para todos (…) por lo tanto deben retomar su vida cotidiana con total confianza», anunciaron los talibanes en un comunicado.
Asimismo, urgieron a las mujeres a integrar su gobierno, en un intento por convencer a la población luego de que desesperadas multitudes intentaran abandonar el país.
Las promesas de la amnistía y la exhortación a las mujeres, hechas por un miembro de la comisión de cultura de los talibanes, fueron los primeros comentarios oficiales de los planes generales de los islamistas para gobernar a Afganistán.
Los comentarios del dirigente talibán Enamullah Samangani, sin embargo, fueron vagos, mientras el movimiento sigue en negociaciones con líderes políticos del derribado Gobierno a la espera de un anuncio de un acuerdo de traspaso del poder.
«El Emirato Islámico de Afganistán, con absoluta dignidad y honestidad, ha anunciado una completa amnistía para todo Afganistán, especialmente para quienes estuvieron con la oposición o apoyaron a los ocupantes durante años o recientemente», dijo.
Samangani describió a las mujeres como «las principales víctimas en más de 40 años de crisis en Afganistán», informó la cadena BBC. «El Emirato Islámico no quiere que las mujeres sigan siendo víctimas», prosiguió.
«El Emirato Islámico de Afganistán está listo para proveer a las mujeres de un ambiente de trabajo y estudio, y (para permitir) la presencia de las mujeres en diferentes estructuras (del Gobierno) de acuerdo a la ley islámica y a nuestros valores culturales», agregó.
Cuando los talibanes gobernaron el país, las mujeres estaban mayormente confinadas en sus hogares, y no se les permitía ser funcionarias ni estudiar.
Ante esto, el vocero de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se refirió tanto a las promesas de los talibanes como al temor de la población.
«Tales promesas deben ser honradas, y, por ahora -de manera comprensible, dada la historia- estas declaraciones han sido recibidas con escepticismo», dijo Rupert Colville en un comunicado.
«En las últimas dos décadas hubo avances en derechos humanos ganados con esfuerzo. Deben defenderse los derechos de todos los afganos», agregó
Por otro lado, algunas mujeres se manifestaron este martes brevemente en Kabul llevando el velo islámico, con pancartas que exigían a los talibanes «no eliminar a las mujeres» de la vida pública.
Mientras tanto, el aeropuerto internacional de Kabul, la única salida del país para muchos, reabrió para los vuelos militares de evacuación bajo vigilancia de soldados de Estados Unidos.