Cuando pretendía salir del país, con destino a Colombia, fue capturado en el estado Táchira Luis A. Guzmán H. o Luis Silvestre, como se hace llamar jefe de la banda criminal que opera en los Valles del Tuy, conocida con el nombre de “Los Sanguinarios”, dada la crueldad y sangre fría con que han asesinado a sus víctimas., este delincuente era solicitado por los delitos de homicidio y secuestro.
Su detención fue ejecutada por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana –GNB- , adscritos al Destacamento 215, que se encontraban de servicio en el Punto de Atención al Ciudadano- PAC- de Vega de Aza, en el municipio Torbes.
Procedente del estado Miranda, Guzmán iba en un vehículo con destino a San Antonio del Táchira.
Al notar su nerviosismo, al momento de solicitarle que se detuviera a un costado de la vía para revisar el vehículo y documentos, el muchacho se tornó nervioso, situación que no pasó desapercibida para los militares.
Al chequear exhaustivamente sus documentos, con apoyo del comando central de la PNB, en Caracas, pronto determinaron que estaba considerado de alta peligrosidad y que tenía dos solicitudes (octubre 2020 y mayo 2021) por el Tribunal Quinto de Control de los Valles del Tuy. En consecuencia, fue puesto a disposición del Ministerio Público del Táchira, y posteriormente será trasladado a Caracas.
La banda “Los Sanguinario” es una agrupación de delincuentes, de al menos 20 miembros, y varios de ellos han sido aprehendidos o han resultado muertos por resistencia a la autoridad, durante enfrentamientos con las autoridades. En su mayoría, eran de la banda del Puti, quien murió en enero de 2021, asumiendo el mando Luis Silvestre y el Gordo”, hermano de Puti.
La edad de sus integrantes oscila entre los 13 y 30 años de edad (dos, de 13 y 15 años, son hermanos). Opera, sobre todo, desde los sectores Las Parcelas, 23 de Enero y El Limón de El Alto de Soapire, en Santa Lucía del Tuy, y se les atribuye una gran cantidad de homicidios, perpetrados de la manera más atroz; a sus víctimas las han abaleado, desmembrado, decapitado y calcinado.
Varios de los aberrantes crímenes fueron grabados en celular y difundidos en las redes sociales. Al hoy detenido y otro conocido como Júnior los sindican de ser los encargados de decapitar y mutilar los cuerpos, utilizando para ello machetes.
Con base en mensajes que han dejado sobre algunos cadáveres, argumentan los asesinos que cada una de sus víctimas eran sapos de la policía o tenían algún vínculo con alguna autoridad policial y por eso les quitaron la vida.
Apenas en marzo de este año, asesinaron a tres personas, todas mutiladas. A la última, un hombre de 62 años, luego de abalearla y desmembrarla, en su casa, con su propia sangre escribieron en una pared: “no matamos por matar. Por sapo. Tutu”.