El fracaso para la Vinotinto no fue solo por caer 1-3 ante una dominante Argentina. La desorganización, la falta de vigilancia y las fallas en la señal fueron también parte de lo que se vivió en el partido que se disputó este jueves 2 de septiembre, en el Estadio Olímpico de la UCV.
Al inicio del juego comenzaron los problemas. Durante al menos cuatro minutos no se pudo ver la transmisión por una falla eléctrica, debido a los rutinarios bajones que sufre el país.
Un momento vergonzoso que encontró eco en las quejas de presentadores argentinos. «Así no hay señal internacional que aguante», dijo Rodolfo de Paoli, de TyC Sports, quien ya había advertido antes del apagón en Venezuela.
El VAR también falló. Pero esta vez sí hubo una comunicación oficial. Según la Conmebol, «debido a dificultades técnicas dentro del estadio en Caracas la comunicación para una eventual revisión del VAR en el partido Venezuela-Argentina se hará a través del cuarto árbitro».
Luego estuvo la desorganización en el estadio. Mientras los jugadores estaban en peligro por la falta de vigilancia en el Olímpico, hubo asistentes que sufrieron para ingresar por la logística usada por la policía.
«Quienes llegamos al Estadio Olímpico de la UCV a las 4:30 pm nos conseguimos con la Policía Nacional dirigiendo toda la logística de entrada. Generaron un embudo de tal magnitud que ofrecían descaradamente pasar a la gente sin hacer cola por otros accesos clandestinos», dijo en su Twitter el economista Leonardo Vera.
“Inexplicable por qué el estacionamiento estructural de la UCV no fue habilitado. El caos en el perímetro, monumental”, agregó, y denunció también que la policía les decomisó a él y sus acompañantes sus bolígrafos y paraguas, que están prohibidos en el estadio.
Otra usuaria, Luisa Maracara, dijo en su Twitter que, a pesar de que el estadio tiene estacionamiento, fue cerrado el paso desde Los Chaguaramos a Valle Abajo. «Es decir, para ir a casa debo ir a Santa Mónica y dar un vueltón», expresó.
Otro punto de vista es el de la periodista Laura Helena Castillo, quien describió en su Twitter de manera positiva su experiencia tanto para adquirir las entradas y hacerse la prueba PCR como dentro del estadio. No tuvo problemas para estacionarse (aunque lo hizo en un lugar «un poco silvestre») y pudo comprar comida por el servicio de Yummy. Tampoco llevó bolígrafos porque ya habían anunciado que no se podía, aunque sí considera que es una medida absurda.
«Estábamos rodeados de puro fanático vinotinto feliz. Gritamos, cantamos, aplaudimos, sufrimos. Normal. Salimos contentos, seguros de que será algo que recordaremos siempre y amando a Soteldo», dijo.
Hubo fallas de Internet para los usuarios del Estadio Olímpico, que tampoco contaban con servicio de wifi.
«Al intentar probar la red no me salía disponible, y cuando le pregunto a un trabajador me comenta que solo estaría habilitado para las tribunas y en el VIP. En ningún momento en posters publicitarios decía que nada más era para la ‘zona exclusiva», lamentó el usuario Ángel Graterol en Twitter.
Hay quienes sospechan que los problemas de conexión ocurrieron porque en el palco había inhibidores de señal, que habrían provocado también las dificultades en la transmisión.
A todo se suma que, al finalizar el partido, varias personas ingresaron al campo sin encontrar resistencia por parte de los encargados de la seguridad. Entre ellos un niño que, con la camiseta de Messi del PSG, corrió hasta donde estaba el astro argentino y lo abrazó. El funcionario que tenía enfrente no hizo nada.