Por Redacción Cactus24 -4 septiembre, 2021
Se siguen conociendo detalles del caso de Claudia Marcela Pineda, una colombiana que intentó ingresar a Estados Unidos de forma ilegal y murió junto a su hija de 11 años mientras que su hijo de 3 años sobrevivió a la tragedia.
De acuerdo con la información revelada por Noticias Caracol, Pineda había interpuesto varias denuncias en Tunja, Boyacá, con respecto a amenazas de las que había sido víctima en los últimos meses.
Si bien no se conocen detalles sobre quién estaría amenazando a la mujer y a su familia, sí se sabe que a raíz de esto ella habría solicitado asilo en Estados Unidos para tratar de escapar del país, sin embargo, no habría recibido respuesta y al parecer por eso tomó la decisión de intentar entrar de forma ilegal a ese territorio.
Tratando de encontrar el ‘sueño americano’
Por un audio se conoció momentos previos a que ella y su hija fallecieran en medio del desierto de Arizona, que queda entre Estados Unidos y México, es desgarrador:
-“Mami, tengo hambre”, se le oye decir a la pequeña.
-“Ya, mi amor”, le responde su madre.
La conversación, revelada el lunes 30 de agosto por Telemundo, se alcanzó a oír en la llamada que le hizo al 911, cuando sintió que su cuerpo se quedaba sin aliento para resistir el calor de la zona, que oscila entre los 32 y 48 grados centígrados. “Me voy a desmayar”, le dijo al hombre que del otro lado de la línea intentaba obtener información para auxiliarla.
—“Por favor, ayúdeme”, suplica Marcela.
—“¿Cuántas personas están con usted?”, le responde el agente.
—“Dos niños. Por favor, ayúdeme, me voy a desmayar”.
—“¿Tiene WhatsApp?”
—“Sí, señor”.
—“Revise el WhatsApp, ya le envié un mensaje para que acepte compartir las coordenadas”.
Las coordenadas nunca pudieron conocerse porque el celular de Marcela se descargó. Ese 25 de agosto, cuando se realizó la comunicación, fue la última vez que su voz se escuchó.
Horas antes, alrededor de las 6:30 de la mañana (hora de Colombia), se había contactado con el papá de su hijo, Hugo Pinzón, y con una persona cercana que estaba en Tunja (Boyacá) y sabía del viaje que tenía para llegar a Estados Unidos.
“Supuestamente iba a un lugar donde la iban a dejar en la frontera y ahí esperaría a que pasara Migración. Pero nunca me dijo que tenía que atravesar un desierto (…). Estoy segura de que ella no sabía eso, porque si lo supiera, no habría arriesgado a los niños de esa manera”, dice uno de sus seres queridos que pidió mantener su anonimato.
En eso coincide su hermano, Luis Sarmiento Pineda, quien en medio del dolor asegura que lo que Marcela hizo fue por sus hijos, “buscando un mejor futuro y bienestar para todos, pero tristemente no se imaginó que tuviera que pasar por semejante necesidad, o estoy seguro de que ella no lo hubiera hecho”.
La muerte de esta madre y su hija ha sido una tragedia para la familia y aquellos que la conocían. Es como si de la nada una espina hubiera atravesado sus corazones. Es una daga que ahora está incrustada en su alma, en su historia, en su núcleo familiar, y permanecerá allí para siempre. Es un dolor que, saben, nunca desaparecerá. (Con información de El Tiempo Y Semana de Colombia)
Cactus24/04-09-2021