Un tribunal libio ordenó este domingo 5 de septiembre, la liberación de Al Saadi al Gadafi, uno de los hijos del despuesto dictador libio Muamar al Gadafi, encarcelado desde 2014, tras considerarle inocente de los delitos que se le imputaban.
Preso en una cárcel de Trípoli desde hacía siete años, Saadi el Gadafi, exfutbolista con reputación de «playboy», fue liberado «en ejecución de una decisión de la justicia» dictada años atrás, declaró a la AFP una fuente del Ministerio de Justicia, sin precisar si se encontraba aún en Libia.
Saadi fue entregado a su familia conforme a los procesos legales», indicó el lunes el gobierno de unidad nacional en un comunicado. Ningún miembro de la familia Gadafi reside en Libia, y la mayoría están en Omán, en el Golfo.
Varios medios locales informaron que Saadi, de 47 años, había salido del territorio libio rumbo a Turquía.
Saadi el Gadafi huyó a Níger tras el levantamiento que depuso a su padre en 2011, y en 2014 fue extraditado de vuelta a Libia.
El exfutbolista profesional estuvo detenido en una prisión de Trípoli acusado de crímenes contra manifestantes en 2011 y del asesinato del entrenador de fútbol libio Bashir al Rayani. Un tribunal de apelaciones lo absolvió en abril de 2018 de la muerte de Rayani.
También debía ser juzgado por su supuesta implicación en la sangrienta represión de la revuelta que puso fin al régimen de su padre Muamar el Gadafi en 2011.
Desde entonces, Libia está sumida en el caos, con facciones rivales enfrentadas por el poder.
Pese al cese de los combates en 2020 y la resolución de una tregua, las divisiones persisten.
En su comunicado, el gobierno de unidad, formado en marzo bajo la égida de la ONU, recordó su compromiso de «liberar a todos los prisioneros según las decisiones de justicia, sin excepción», con la intención de ir hacia una «reconciliación nacional inclusiva, basada en la aplicación y el respeto de la ley».
El Ejecutivo actual tiene que organizar elecciones legislativas y presidenciales en diciembre, pero estos comicios parecen cada vez más improbables debido a la ausencia de un marco constitucional para regirlas.
Saadi es el tercer hijo del exdictador libio, quien llegó al poder tras un golpe de Estado en 1969 y gobernó Libia durante cuatro décadas con mano de hierro.
La economía libia quedó paralizada por los caprichosos proyectos del dirigente, acusado de utilizar los recursos en hidrocarburos para financiar grupos rebeldes en África y en otros países.
Concentró el poder en torno al círculo familiar y destruyó cualquier institución, política o militar, que le hiciera sombra.
El 11 de octubre de 2011, los rebeldes atacaron Sirte, la ciudad natal de Muamar el Gadafi, donde murieron el dirigente y su hijo Mutasim.
Otro hijo, Seif al Arab, falleció en un bombardeo de la OTAN en abril de 2011, y su hermano Jamis perdió la vida en combate cuatro meses después.