Estados Unidos requerirá desde el 1 de octubre a todos los nuevos migrantes que estén vacunados contra el COVID, en el marco de los esfuerzos por elevar el número de población inmunizada.
Según informó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración, los solicitantes que buscan obtener una “green card” y están sujetos al examen médico de inmigración deben estar completamente vacunados ante que el especialista realice la revisión, que es imprescindible para completar el trámite.
No obstante, la medida cuenta con excepciones, como contraindicaciones médicas, por edad, la falta de disponibilidad de dosis o incluso una exención basada en “creencias religiosas o convicciones morales”, sujeta a aprobación de las autoridades.
No se trata de la primera vacuna que es exigida por Estados Unidos a los migrantes: previamente, ya se debía estar protegido contra otras como el sarampión, las paperas, la rubeola, la poliomielitis y la hepatitis A y B.
La semana pasada, el presidente Joe Biden dio un nuevo impulso a la campaña de vacunación, haciéndola obligatoria para todos los funcionarios federales y las empresas con más de cien empleados. Las compañías podrían ser multadas si no cumplen con el mandato.
Cerca del 54% de la población estadounidense está vacunada. Al anunciar la orden, Biden se refirió al estimado de 80 millones de elegibles estadounidenses que aún no recibieron su dosis para inmunizarse contra la enfermedad que ha dejado más de 650.000 muertos en el país. “Hemos sido pacientes, pero la paciencia se está acabando”, dijo el presidente de 78 años. “Y tu negativa nos cuesta a todos, así que, por favor, haz lo correcto”.
Previamente, el gobierno también había ordenado medidas más firmes cuando la de Pfizer se convirtió en la primera fórmula contra el COVID en recibir la aprobación completa por parte de los reguladores sanitarios (FDA).