Tanto Nicolás Maduro como Héctor Rodríguez tenían años sin ocuparse de los graves problemas que enfrentan los ciudadanos del municipio Guaicaipuro, producto de su abandono y negligencia para solucionar temas como la falta de agua potable en todas las comunidades, las fallas en la distribución del gas, el deterioro de la vialidad o la tardanza en la entrega de las bolsas del Clap; sin embargo, ante la certeza de que van a perder la gobernación de Miranda y la alcaldía de Guaicaipuro, están metidos de pie y cabeza en las siete parroquias para tratar de revertir esa tendencia electoral.
El madurismo prepara una arremetida demagógica en este municipio, tal como pasó en la campaña pasada cuando Héctor Rodríguez prometió una gran cantidad de beneficios a los docentes, policías, bomberos y población en general y no cumplió ninguna; pero en esta ocasión, quieren repetir el formato haciendo ver que sí cumplirán con un plan especial que declara el municipio como prioridad política y para ello han adelantado una serie de acciones gubernamentales, con presencia de ministerios del poder central.
Esta arremetida demagógica no nos sorprende porque de acuerdo a la encuestadora Delphos, José Luís Rodríguez duplica al candidato del madurismo en intención de votos y mantener la alcaldía de Guaicaipuro es casi imposible; y por eso están reparando la vialidad de San Pedro a Pozo de Rosas, ofrecen empleos y créditos a los trabajadores de la zona, van a realizar operativos especiales de venta de carne de res, pescado y pescado en todo el municipio, el gas lo van a repartir cada mes y entregarán tres bolsas Clap antes del día de las elecciones; y para ejecutar este populismo chimbo ya están aquí representantes de los Ministerios de Agricultura Urbana y de Alimentación, el Instituto Nacional de Nutrición, Pdval y Mercal.
No nos preocupa ese interés electoral repentino y más bien, le hemos dicho a los ciudadanos que eso se paga con dinero del pueblo y que agarren lo que les den, pero que el 21 de noviembre los castiguen con el voto.