En el año 1992 comencé a estudiar en el liceo de la Policía Metropolitana en Macarao, Caracas, esa fue mi primera incursión en el mundo de la seguridad, en el año 2000 comencé a trabajar en una galería de tiro para pagarme mis estudios universitarios y allí fue donde comencé a tener mis primeros acercamientos hacia la seguridad privada.
En el año 2005 comencé a trabajar en el Departamento de Seguridad de la empresa de alimentos más reconocida en Venezuela, lo cual considero que fue mi mayor escuela ya que tenía a los mejores y más variados compañeros del área de la seguridad además de contar con todos los recursos disponibles para realizar de la manera más efectiva la labor encomendada.
En el año 2008 renuncio a esa empresa y comienzo mi andar por distintas compañías de diversas índoles lo que me ayudo a ser ecléctico en mi área, a pesar de llevar distintas jefaturas y gerencias de seguridad siempre tuve el ímpetu y la intención de mejorar y de buscar la calidad en lo que hacía.
Intuía que prepararse era clave. Por años, me ocupé de auto prepararme, desarrollé mis destrezas y tomé “capacitaciones formales”. Muchas de esas capacitaciones fueron, a la larga, un desperdicio de tiempo y dinero. Los directivos manifestaban estar satisfechos con mi servicio y, de vez en cuando, me dejaban saber que no se explicaban cómo estaba en el área de la seguridad si ni siquiera había sido conscripto.
Lejos de desanimarme, seguí aprendiendo, cómo lo hacemos muchos, con la práctica. De la manera más difícil. Tenía que demostrar mis competencias a colegas y subordinados. Necesitaba, urgentemente, algo que me diferenciara. La urgente necesidad de diferenciarme me llevó a optar por las “capacitaciones formales”.
Me afilie a las más variadas asociaciones de seguridad tanto en el país como en el extranjero donde a través del networking, las capacitaciones correctas y las ganas de superarme logre lo que tanto quería ser competitivo en el mercado y dejar de ser uno más del montón. Tuve que superar varias barreras, entre ellas, las del idioma porque todos los manuales actualizados estaban en inglés.
Todo mi desarrollo profesional y la mejora en mi calidad de vida se debe al esfuerzo y a no perder el norte en lo que se quiere, como habrás observado querido lector, yo
estuve en tus zapatos. Tú puedes estar en los míos si te enfocas, te esfuerzas y te propones una meta, ese es mi más valioso consejo: destacarte buscando la excelencia.
“Vive como si fueses a morir mañana. Aprende como si fueses a vivir para siempre”
Adolfo M. Gelder
@adogel
t.me/seguridadintegral