El productor de fertilizantes angustiados Monómeros Colombo-Venezolanos, filial colombiana de la estatal venezolana Pequiven, se declaró en quiebra inmediatamente después de una intervención regulatoria.
Se espera que el regulador corporativo colombiano SuperSociedades acepte a la empresa en el proceso de reorganización que conduciría a un “plan de rescate acelerado”.
La empresa estratégica abastece alrededor del 40% del mercado colombiano.Según el decreto de emergencia 560 de 2020 de Colombia, Monómeros tendría tres meses para elaborar un plan que le permita seguir operando y cumplir con las obligaciones con acreedores y proveedores.
La administración de Monómeros Colombo-Venezolanos ha decidido utilizar las medidas transitorias del decreto 560 de 2020 para diseñar junto a proveedores, trabajadores y acreedores un plan de rescate que asegure el funcionamiento continuo de la empresa, preservando puestos de trabajo en Barranquilla y Buenaventura y protegiendo seguridad alimentaria en Colombia ”, dijo la empresa.
El año pasado, Colombia agilizó los procedimientos de quiebra para hacer frente al golpe económico de la pandemia Covid-19.Monómeros, con sede en Barranquilla, se ha enfrentado a una tensión financiera severa, principalmente debido a la falta de acceso al crédito de los bancos colombianos y extranjeros que desconfían de violar las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, a pesar de una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Tesoro de los Estados Unidos que administra las sanciones.
La protección por quiebra se considera esencial para mantener a flote las operaciones, más allá de la reciente intervención que provocó conmoción entre los gerentes venezolanos de la empresa. “A diferencia del decreto de emergencia 560, el control (de la empresa) solo puede agravar la situación financiera”, dijo Monómeros, señalando que varios proveedores suspendieron las relaciones comerciales con la empresa luego de la intervención regulatoria.
Desconfiado de las consecuencias políticas, Monómeros advirtió sobre una campaña externa de desorganización y desinformación que llevaría a la quiebra a la empresa, poniendo en riesgo cientos de puestos de trabajo.
La firma quedó bajo el control de la oposición política de Venezuela en 2019, cuando el gobierno de Colombia se unió a Estados Unidos y reconoció a un gobierno interino encabezado por el ex presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en lugar del presidente Nicolás Maduro.
La quiebra es otro golpe para la administración liderada por Guaidó, que se ha comprometido en repetidas ocasiones a proteger los activos de Venezuela en el extranjero. El más importante de ellos es Citgo, filial de refinación estadounidense de propiedad estatal de Pdvsa, que podría caer en manos de los acreedores en 2022. Maduro está presionando para recuperar los activos bajo su control.
Monómeros concluyó que las ventas han mejorado “significativamente” en respuesta a la recuperación de Colombia de la pandemia. La compañía dijo que ha invertido alrededor de 29.000 millones de pesos colombianos ($ 8mn) en lo que va de año.