El Juego 3 será una rara batalla de novatos, con Anderson en la loma por los Bravos y el venezolano Luis García por Houston. Se trata de apenas el octavo juego en la historia de la Serie Mundial y el primero desde el Juego 1 de la del 2006 (Justin Verlander por los Tigres contra Anthony Reyes y los Cardenales) en el que los dos abridores son novatos, algo que podría sacar de paso a algunos de los bateadores.
Hace poco más de cuatro años, no era fácil imaginar a Luis García como candidato a Novato del Año de la Liga Americana, y mucho menos como una de las principales piezas de una rotación abridora tratando de ayudar a su equipo a conseguir un anillo de Serie Mundial.
Pero ésa es la situación del derecho venezolano, firmado en medio del 2017 a los 20 años—muy “viejo” para un prospecto en el mercado internacional del béisbol—por los Astros como producto de la academia del ex ligamayorista Melvin Mora y a través de los scouts Román Ocumárez y Oz Ocampo.
De ahí en adelante, fue un ascenso meteórico para García, quien en el 2020 debutó en Grandes Ligas tras nunca haber pasado de Clase-A e incluso inició como “opener” el importantísimo Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de ese año. Y en la campaña regular recién concluida, el oriundo de Bolívar tuvo marca de 11-8, efectividad de 3.30 y EFE+ de 130, lo cual seguramente le amerite unos cuantos votos para Novato del Año del Joven Circuito.
Definitivamente, García es un ejemplo viviente de que no todos los lanzadores que vayan a tener éxitos al más alto nivel tienen que estar tirando a 90 millas por hora o estar en manos de instructores especializados desde los 14 años.
“Soy un ejemplo y gracias a Dios, que me dio la oportunidad”, dijo García al respecto. “Que (las promesas) no pierdan la esperanza”.
Ahora, García será el abridor de los Astros en el Juego 3 de la Serie Mundial el viernes contra los Bravos e Ian Anderson en el Truist Park de Atlanta.
“Es como un sueño, para ser honesto”, comentó García, de 24 años ahora. “Me llena de orgullo, me hace sentir bendecido y afortunado, de verdad”.
Afortunados serán los Astros si García puede entregar una salida como la del Juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana el 22 de octubre. Ese día, viniendo de una lesión en la rodilla derecha que lo había limitado a una sola entrada seis días antes, el serpentinero dominó por completo a los Medias Rojas con 5.2 ceros para que Houston terminara de eliminar a Boston.
En aquel sexto partido de la SCLA, García exhibió un aumento notable en su velocidad, con ocho envíos de 97.0 millas por hora o más, luego de promediar 93.3 con su recta de cuatro costuras durante la campaña regular. García, de relativamente pocas palabras, cree que podrá repetir eso el viernes ante los Bravos, un lineup con bateadores que jamás se ha enfrentado.
“Creo que (la velocidad) va a estar ahí si eso es lo que fue”, dijo. “Voy a hacer lo mejor y creo que estará ahí y todo estará ahí, pienso”.
El manager de los Astros, Dusty Baker, quiere ver el mismo control que demostró García en su segunda presentación contra los Patirrojos, en la que el diestro no dio una sola base por bolas.
“Más que 97, uno espera que el pitcheo de 90 y pico sea bien localizado, porque dar boletos y no tirar strikes no es bueno”, expresó el piloto. “Entonces, espero que haya encontrado su ritmo para seguir en la zona de strikes”.
Jugando el viernes en un estadio de la Liga Nacional, a García le tocará batear, algo que ha hecho muy poco a nivel profesional. Para ello, afirma el venezolano–quien estuvo de 6-0 en el 2021 en estadios de la Liga Nacional–que tiene prestado un bate del toletero cubano de los Astros, Yordan Álvarez.
“El solo hecho de que no lo haya hecho no significa que no pueda hacerlo”, afirmó Baker al tocar el tema de su noveno bate para el viernes. “Creo que ustedes se sorprenderán”.
El enfoque, por supuesto, estará sobre el montículo, su nueva forma de pararse en la gomita de lanzar, los “amagues” en la lomita y cómo enfrentará al poderoso lineup de Atlanta. .
“Siempre mentalizado de tratar de hacer un buen trabajo cuando me suba al montículo”, dijo García. “Estoy bien positivo. Tenemos mucha confianza y creo que ésa es la mayor clave para nosotros”.