El gobierno de Nicaragua anunció este viernes su “renuncia y retiro” de la Organización de los Estados Americanos , informó el ministro del Exterior, Denis Moncada.
Moncada dijo en rueda de prensa que envió una “comunicación oficial” al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en la cual el Estado nicaragüense “denuncia la Carta” del organismo hemisférico en rechazo a lo que llamó “sus reiteradas acciones injerencistas” en Nicaragua.
“Estamos renunciando y desvinculándonos de esa organización, dando por terminado el vínculo entre el Estado nicaragüense y la OEA”, indicó el canciller.
Señaló que, en su comunicación a Almagro, el gobierno de Daniel Ortega le expresó su “indeclinable decisión de denunciar la carta de la OEA conforme a su artículo 143, lo que da inicio al retiro definitivo y renuncia de Nicaragua a esta organización”.
El artículo 143 de la Carta Constitutiva de la OEA establece que cualquier país miembro puede denunciarla mediante comunicación escrita a la Secretaría General, pero deberán transcurrir dos años hasta que ese Estado quede desligado del foro americano habiendo cumplido todas sus obligaciones -económicas, técnicas y diplomáticas- con la organización.
Moncada dijo que le manifestó su rechazo a “las reiteradas acciones injerencistas de la OEA en los asuntos internos de Nicaragua” y su defensa “del derecho del pueblo nicaragüense a elegir de forma soberana” a sus autoridades.
“No nos reconocemos como colonia de ninguna potencia y reivindicamos el decoro nacional… frente a las violaciones de la Carta de la ONU y del derecho internacional por parte de la OEA”, a la que calificó de una “organización instrumentalizada a favor de intereses norteamericanos”.
Síntoma de debilidad
La oposición nicaragüense interpretó el retiro de la OEA como una muestra de debilidad del gobierno de Ortega.
Es “una consecuencia de la derrota a su farsa (electoral) del 7.11”, publicó en Twitter el movimiento opositor Unamos.
“Están repudiados y aislados internacionalmente. El régimen no representa la voluntad de los nicaragüenses. Los compromisos con DDHH (derechos humanos) y la democracia son irrenunciables”, indicó la organización política, cuyos seis líderes principales están presos desde junio.
La semana pasada, 25 países miembros de la OEA aprobaron una dura resolución en rechazo a los comicios generales del 7 de noviembre en Nicaragua en los que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron reelectos tras haber encarcelado a sus principales rivales políticos y proscrito a tres organizaciones opositoras.
Varios Estados americanos habían propuesto tramitar la aplicación de la Carta Democrática de la OEA a Nicaragua, lo que daría pie a una suspensión del país como miembro del organismo hemisférico.