El uso de la tecnología expone a las personas a una gran cantidad de amenazas informáticas y la educación es la principal herramienta que tienen los individuos para hacerles frente. La educación formal es clave en el proceso de inserción a la sociedad de las nuevas generaciones. En este sentido, el sistema educativo de cada país procura brindarles a los ciudadanos no solo los conocimientos académicos elementales, sino también ayudarlos a desarrollar las habilidades para enfrentar la vida teniendo en cuenta los desafíos de una época. Partiendo de la base de que contar con esas habilidades es importante para los integrantes de una sociedad, la educación en seguridad informática, dado el rol que ocupa la tecnología en los tiempos actuales -y futuros-, también lo es. Por lo tanto, bien podría formar parte de la lista de habilidades esenciales para enfrentar los desafíos de la vida.
¿Los niños y los jóvenes finalizan la educación primaria y secundaria con las habilidades suficientes para hacer frente a los desafíos que supone la seguridad informática?
Los jóvenes que no son conscientes de los riesgos que trae la excesiva publicación de fotografías, comentarios sensibles e información privada en las redes sociales; ni asocian estas prácticas a problemas que muchas veces los afectan, como es el grooming, sexting, ciberbullying, y el phishing.
El crecimiento de estas problemáticas ha generado la necesidad de que padres e instituciones educativas soliciten información y capacitación sobre estos temas, así como sobre protección de datos, identidad digital y robo de información, criptografía básica, uso indebido de las redes o prevención de ataques a través de la web.
En la educación básica y media superior, los temarios en ocasiones contemplan computación o informática, pero sin abordar a fondo temas relacionados a la seguridad de la información, por un lado, porque al pertenecer al área informática y no existir en el diseño curricular escolar obligatorio de todo el país esa asignatura, queda sujeto a que cada instituto decida si quiere impartir clases de informática o no.
Además, las carreras docentes no están actualizadas para formar a los futuros formadores en competencias digitales y en seguridad en particular. Por último,
porque el foco muchas veces está puesto en contenidos que se consideran son lo que necesitan las futuras generaciones, como es el caso de programación o la robótica, y se deja de lado la formación de personas que sepan ser, hacer y convivir en Internet.
Es común que nos cueste tomar real dimensión de una problemática presente hasta que nos afecta directamente o a un ser cercano. “Los ciudadanos pueden estar enfocados en hacer uso de la tecnología, pero sin ser conscientes, por ejemplo, de que la información personal o de la organización puede ser expuesta o que alguien puede hacer mal uso de la misma. Esto hace que no se preocupen por aprender sobre seguridad hasta que son víctimas de un ataque.
Muchas veces la seguridad de la información e informática se ve como un costo y no como una inversión, lo que hace que no se destinen recursos para prepararse ante estos temas, cuando en realidad invertir en educación podría representar un ahorro al evitar el impacto que puede provocar un ciberataque.
A mi parecer el sistema educativo debe garantizar la inserción del alumnado en la sociedad digital y el aprendizaje de los medios digitales para que sea seguro y respetuoso con la intimidad personal y la protección de datos personales, contemplando también las situaciones que pueden surgir a partir del uso inadecuado de las TIC, fundamentalmente situaciones de violencia en la red, además de que deberá brindar al profesorado la formación necesaria.
En el mundo ya existen iniciativas para capacitar a docentes que trabajan en edades tempranas de la educación con conocimientos y herramientas en el campo de la ciberseguridad con el objetivo de aportarle a las próximas generaciones las herramientas necesarias para hacerle frente a los desafíos que supone la seguridad de la información. En países como Estados Unidos, organismos como el United States Department of Homeland Security (DHS) cuenta con el Cybersecurity Education Training Assistance Program (CETAP). En Massachusetts, por ejemplo, la Universidad de Clark desarrolló en 2016 un programa para el sistema de escuelas públicas de Shrewsbury en el mismo estado con el objetivo de educar a los más pequeños como ciudadanos tecnológicos y capacitarlos acerca de los riesgos a los que está expuesta la tecnología que utilizamos y nuestra información. Si bien queda mucho por hacer, poco a poco se está haciendo más evidente la importancia de la educación en seguridad informática.
Sabemos de la problemática que tenemos en nuestro país con las conexiones de internet, las fallas en las comunicaciones vía telefónica y cualquier cantidad de desmanes en nuestro día a día, pero ante el auge e inminente aumento de tecnología
a nivel global, es necesario que comenzamos a educar a esos niños a esos jóvenes que son los que realmente nacieron en esta generación virtual, en esta generación donde la tecnología no llevara de la mano, nos igualara y sobrepasara, este es el momento de atacar esta situación, porque como dicen los expertos solo hay dos tipos de empresas o personas en este mundo virtual, la empresa o persona que ya estafaron, hackearon o vulneraron y los que aún no lo han sido…
Adolfo M. Gelder
@adogel
t.me/seguridadintegral