La Policía Nacional arrestó en septiembre en Madrid a Rafael Alfredo Sarría Díaz, un ciudadano venezolano sancionado por EEUU por pertenecer al entorno de dirigentes oficialistas.
La detención se produjo en el marco de un conflicto familiar. El yerno de Sarría avisa en su denuncia de que cuenta con “información confidencial” debido a la “cercanía” de su suegro con altos dirigentes de su país.
Las acusaciones de EEUU
Estados Unidos sigue la pista a Sarría desde al menos 2018. Apenas dos días antes de las elecciones presidenciales en Venezuela, el Departamento del Tesoro estadounidense adoptó nuevas sanciones. Las compañías señaladas son 11420 Corp., Noor Plantation Investments y Sai Advisors, todas ellas con sede en el estado norteamericano de Florida y vinculadas a Sarría.
Los tribunales españoles mantienen varias líneas de investigación por blanqueo de capitales sobre ciudadanos venezolanos a quienes se les acusa de haberse enriquecido gracias a la corrupción en su país y su posición privilegiada y haber invertido sus fortunas en propiedades inmobiliarias en España. Fuentes de la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional afirman que no tienen ninguna causa abierta contra Sarría actualmente.
«Tengo conocimiento de muchos hechos e información confidenciales que, en caso de hacer públicos, causarían una gran alarma social»
Su detención en Madrid se produjo por un conflicto familiar. La hija de Sarría está en proceso de separación de su marido y abandonó la casa en la que vivían ambos y se mudó con sus padres a La Moraleja. Se llevó con ella a la hija que tienen en común. El 30 de septiembre acudió para recoger enseres personales. Cuando llamó a la puerta, su todavía marido miró por la mirilla y abrió pensando que la mujer estaba sola. Pero su padre, Rafael Sarría, había ido con ella y se situó en el ángulo muerto para que no se le viese. Accedió a la casa increpando y amenazando a su yerno. Este le instó a que no entrara, pero hizo caso omiso.
Según el yerno, Rafael Sarría le amenazó: “Si sabes lo que te conviene, no te metas en esto, tú no sabes quién soy yo”. En la casa estaba una asistenta que confirma esta versión. Sarría admitió haber entrado, pero niega haber ejercido violencia contra nadie. Ante la llegada de los policías, la hija de Sarría relató que su expareja la había amenazado y zarandeado días atrás y manifestó en ese momento que quería denunciarlo por malos tratos. Argumentó que si no lo había hecho antes, fue por miedo a represalias.
Con información de El Confidencial.