El primer ministro Boris Johnson, confirmó el fallecimiento de un paciente portador de la más reciente variante del coronavirus, el primero en el territorio. Horas antes, el político anunció que las terceras dosis de inoculaciones comenzarán en diciembre y no en enero como estaba previsto para detener el avance de los contagios. Entretanto, Oxford publicó un informe que registra insuficiencia de anticuerpos en personas con dos inyecciones.
Un estado de alarma se ha desatado en las últimas horas en Reino Unido luego de una seguidilla de desalentadoras novedades en lo que respecta a la nueva ola del coronavirus y la variante Ómicron. Si bien en el comienzo de esta arremetida de la pandemia se creía que el territorio británico iba a padecer poco por haber sufrido hace semanas otro brote de Covid-19, esas estimaciones fallaron.
Ahora en Londres están revisando estrategias y restricciones que eviten una situación delicada de nuevo. Entre las decisiones están instaurar el teletrabajo en todos los casos posibles, el uso obligatorio de tapabocas en lugares cerrados y el uso del pase de salud para espectáculos y sitios de comida, entre otras.
Sin embargo, el primer ministro Boris Johnson anunció este lunes que falleció la primera persona a causa de la Ómicron en Reino Unido. La variante, solamente en Londres, representa el 40% de los casos en la actualidad.
En declaraciones a la prensa durante un recorrido en un vacunatorio en el barrio de Paddington, el mandatario expresó que “tristemente, Ómicron está produciendo hospitalizaciones y al menos un paciente ha fallecido”.
Además, intentó desterrar el concepto de que la nueva variante es una versión menos dañina que las demás, apuntando que deben “reconocer la rapidez con la que se acelera su propagación en la población” y que es vital ponerse la dosis de refuerzo.
En este punto, el último domingo el jefe del Ejecutivo informó que la inyección de complemento contra el Covid-19 estará disponible en Inglaterra en la última quincena de diciembre, un mes antes de lo que estaba previsto. Será para todos los mayores de 18 años que se hayan vacunado hace, mínimo, tres meses con la segunda dosis.
El objetivo es combatir, con las medidas y la tercera dosis, la “marea” de infecciones que creen que llegará al país en el invierno europeo y sortear un colapso en los hospitales y unidades de cuidados intensivos, lugares que ya reciben a pacientes contagiados por Ómicron.
«Confío en que los ciudadanos comprendan, y también los colegas del Parlamento, y en todo el país, que las medidas que introducimos son equilibradas y proporcionadas», justificó tras remarcar que la posición británica “es incomparablemente mejor que el año pasado”