Muchas casas quedaron destruidas y al rededor de 33.000 personas recibieron orden de evacuar debido a un incendio en Colorado (oeste de Estados Unidos), una región que enfrenta una sequía histórica sumada a fuertes vientos, según las autoridades
En el condado de Boulder, hoteles, centros comerciales y más de 650 hectáreas de vegetación fueron consumidas por las llamas.
«Sabemos que aproximadamente 370 casas en Sagamore fueron destruidas. Hay otras 210 casas que pueden haberse perdido en Old Town Superior», señaló en una rueda de prensa el sheriff del condado de Boulder, Joe Pelle.
Un área de más de 6 km2 fue devorada por las llamas en el condado de Boulder, donde viven unas 100.000 personas, y las autoridades advierten que el fuego está avanzando en zonas habitadas y comerciales.
«Quiero enfatizar que debido a la magnitud e intensidad de este incendio y a que ocurre en un área muy poblada, no sería sorprendente que haya heridos o fallecidos», afirmó Pelle, quien precisó que una tienda y un complejo hotelero fueron consumidos por las llamas.
El diario The Colorado Sun reportó que varios heridos con quemaduras han sido tratados en los hospitales de la zona.
Imágenes de CBS muestran lo que parece ser un complejo de apartamentos en llamas, mientras los bomberos intentan apagar el fuego.
Un video en Twitter muestra el humo y el fuego alcanzando el estacionamiento de una tienda e incendiando árboles y grama.
Miles de personas recibieron un alerta de evacuación para huir de las llamas que se cree fueron desatadas por postes eléctricos derribados por fuertes vientos.
Colorado enfrenta una sequía histórica, que facilita la propagación de las llamas. Y las ráfagas de vientos alcanzaron los 160 km/h en algunas zonas, lo cual dificulta el esfuerzo de los bomberos.
Los vientos deberían ceder, según el servicio nacional de meteorología, y se espera que caiga nieve en las próximas horas.
Patrick Kilbride, de 72 años, estaba trabajando en una tienda de herramientas cuando se enteró de la orden de evacuación, de acuerdo con el diario Denver Post.
Corrió a casa a recoger sus cosas pero no pudo salvar más que su carro y las ropas que llevaba puestas. Su perro y su gato murieron.
«Sólo cenizas», dijo del hogar en el cual vivió durante tres décadas.
«No es más una casa. Si necesitas una chimenea, es todo lo que restó», comentó al diario. «Qué extraña sensación ir de tenerlo todo para hacer tu vida confortable a no tener nada», agregó.
En total 33.000 personas recibieron la orden de evacuar entre Louisville, una localidad de 20.000 habitantes, y Superior, de 13.000 habitantes.
– «Vidas en peligro» –
El Servicio Nacional de Meteorología afirmó que se trata de una situación «que está colocando vidas en peligro».
Patti Holtz describió el terror de dejar su hogar en Boulder, a unos 50 km de Denver, la capital de Colorado.
«Todo estaba en llamas», sostuvo.
«Hay brasas por todas partes. Así que me da mucho miedo, por supuesto, con el viento. (…) Estaba tan oscuro que no puedes ver nada. Es como el negro de la noche», describió.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, declaró el estado de emergencia e indicó que se trata de un incendio «devastador».
Como anteriores fuegos en el estado, este está avanzando en zonas residenciales y no en el campo.
«Esta área [en llamas] está alrededor y dentro de asentamientos suburbanos, de tiendas», explicó.
«Es como el vecindario en el que tú vives, como el vecindario en el que cualquiera de nosotros vive, y 6km2 (de fuego) cerca de un centro poblado puede ser, y es, en este caso, absolutamente devastador», reflexionó Polis, también presente en la rueda de prensa.
Como buena parte del oeste de Estados Unidos, Colorado atravesó años de una sequía que ha dejado el área reseca y vulnerable a los incendios forestales.
Aunque los fuegos son una parte natural del ciclo climático, ayudando a limpiar la vegetación, su escala e intensidad está aumentando.
Científicos advierten que el cambio climático, mayoritariamente impulsado por actividades humanas como la indiscriminada quema de combustibles fósiles, está alterando los patrones meteorológicos.
Esto prolonga sequías en varias áreas y provoca inusuales tormentas fuera de época en otras regiones, un fenómeno que se espera empeore a medida que las temperaturas en todo el mundo continúen aumentando.
Daniel Swain, meteorólogo de la Universidad de California, tuiteó que es «difícil de creer» que estos incendios ocurren en diciembre, cuando no suelen registrarse.
«Pero si tomamos un otoño cálido y seco, con sólo 2,5 cm de nieve en lo que va de estación, y añadimos una tormenta de viento extrema… El resultado son incendios extremadamente rápidos y peligrosos», concluyó.
Información AFP