La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió hoy a todas las partes del conflicto en Kazajistán, sacudido por graves disturbios desde el domingo, el cese de la violencia y la “resolución pacífica” de la crisis.
Las manifestaciones comenzaron el pasado 2 de enero, inicialmente pacíficas y en protesta por una fuerte alza de los precios del gas licuado, uno de los principales combustibles utilizados en el país.
Sin embargo, dos días después derivaron en una escalada de violencia que ha provocado la muerte de decenas de manifestantes y de 12 agentes kazajos, según los datos expuestos por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en un comunicado.
«El derecho internacional es claro: la gente tiene derecho a la protesta pacífica y a la libertad de expresión. Al mismo tiempo, los manifestantes, por muy enfadados o agraviados que estén, no deben recurrir a la violencia contra otros», señaló Bachelet en la nota oficial.
Según los informes de su oficina hoy se ha producido un tiroteo entre militares y personas armadas en frente del ayuntamiento de Almaty, una de las principales ciudades del país.
Las autoridades kazajas han decretado el estado de excepción en todo el país hasta el 19 de enero, lo que conlleva la imposición del toque de queda desde las 11 de la noche a las 7 de la mañana.
«Los Estados tienen derecho a declarar el estado de excepción en determinadas circunstancias, pero toda derogación de los derechos humanos está sujeta a estrictos requisitos de necesidad y proporcionalidad”, expresó la alta comisionada al respecto.
“Ciertos derechos, como el derecho a la vida, la prohibición de la tortura y otros malos tratos, y el derecho a no ser detenido arbitrariamente siguen siendo aplicables en todas las circunstancias», subrayó.
Bachelet también exigió a las autoridades kazajas restablecer inmediatamente los servicios de internet, interrumpidos desde el domingo.
«Insto a las autoridades kazajas a que garanticen el restablecimiento inmediato y completo de los servicios de internet, que también son vitales para los servicios sanitarios de emergencia durante la pandemia del COVID-19», indicó.
Para concluir Bachelet pidió la libertad de todas las personas detenidas por ejercer su derecho a la libertad de expresión e insistió en que todas las denuncias de violaciones de los derechos humanos deben ser investigadas de forma rápida, independiente y exhaustiva.
Con información de EFE