Los habitantes de la isla española de La Palma que habían sido evacuado, les duro poco la alegría, luego de regresar a sus hogares tras la erupción de un volcán, cuyas cenizas cubrieron casa, medios de transporte, etc.
«Es todo un llano» de ceniza volcánica, «es otro mundo», se lamentó Félix Rodríguez, un albañil de 61 años, mientras barría la arena de su tejado, solo para tirarla a la terraza.
Rodríguez es uno de los mil evacuados del total de 7.000 a los que se les proveen volver a su casa esta semana, pero, como muchos otros, no podrá instalarse inmediatamente en ella.