Los incendios forestales en la Patagonia y las temperaturas de más de 40 grados afectan gravemente a Argentina, donde se han perdido más de 6.000 hectáreas en los últimos días por las fuertes llamas, según el informe de las autoridades.
A pocos kilómetros del centro turístico de Bariloche, las especies de árboles nativos son arrasadas por el fuego, pero sin causar daño a las personas.
«No hay evacuados ni heridos. Los incendios siguen sin control pero combatidos en la primera línea por medio centenar de brigadistas», dijo a la AFP, Lorena Ojeda, directora de operaciones del Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF).
«Hay 5.900 hectáreas afectadas de bosque andino y nativo, con especies de colihue, ñire, ciprés, lenga, maitén, notro», añadió.
La región central del país atraviesa en el verano austral una de las peores olas de calor de la historia, con temperaturas en Buenos Aires cercanas al récord de 43,3 grados centígrados registrado en enero de 1957.
El combate a las llamas se lleva a cabo en la zona de los lagos Martin y Steffen. Pero hay peligro de propagación.
El primer gran incendio en Bariloche se declaró en 1996 en el visitado Cerro Catedral. Desde aquel desastre natural, varias veces los montes boscosos sufrieron los embates de las llamas.
«Estamos listos para entrar en acción porque el fuego está a 50 km de áreas habitadas por comunidades mapuches y estancias agrícolas», declaró a la AFP Alejandro Namor, jefe de bomberos voluntarios en la vecina ciudad El Bolsón.
Según el SNMF, este viernes se encontraban activos unos 30 incendios en nueve provincias argentinas. Sin embargo, 2021 ha sido el año de menor afectación en el último lustro, con 331.000 hectáreas quemadas frente a 1,1 millón en 2020.
INFORMACIÓN AFP