La pandemia provocada por el virus de la COVID-19 y la hiperinflación que ya venía experimentando Venezuela desde el año 2017 se han conjurado para provocar una de las situaciones económicas más difíciles que ha vivido el país en los últimos tiempos, aunque existen alguna señales que indican que lo peor podría haber quedado atrás, dado que el ciclo hiperinflacionista parece haberse cerrado de forma definitiva como ya dijo recientemente Nicolás Maduro en una entrevista realizada para el canal Telesur.
Del déficit comercial al alza de los precios del petróleo
El año 2020 fué uno de los más difíciles que se recuerdan tanto para la economía venezolana como para la de la región de Iberoamérica y por supuesto mundial, algo que contribuyó a ahondar la crisis por diversos factores; cuando un país está en crisis pero no los de su entorno este puede apoyarse en las exportaciones para tratar de salir de esta pero esta vez no ha sido el caso, y adicionalmente si la crisis es tan generalizada como la causada por la pandemia y las medidas de control los problemas económicos se pueden prolongar debido a la pérdida de empresas mucho más allá del parón puntual durante los confinamientos.
Como muestra de lo malo que fué el año 2020 basta con saber que Venezuela registró una balanza comercial negativa de 1.339,5 millones de dólares, aunque hay que decir que en general fue un año de números rojos para las balanzas comerciales de medio mundo, dado que en la comparativa entre las balanzas del año 2019 y 2020 el rojo de los números negativos y el verde de los números positivos se encuentra en porcentajes similares. Además poco después del comienzo de los confinamientos masivos el precio del petróleo sufrió un desplome masivo algo que, como no podía ser de otra manera, supuso un nuevo varapalo para la economía nacional.
Sin embargo según terminaba el año el precio del crudo experimentó un espectacular repunte y en estos momentos tanto el barril del West Intermediate Texas como el del Brent cotizan a un nivel que no se veía desde hace años, lo cual ha sido aprovechado con un incremento de la producción de esta materia prima en Venezuela que, aunque lejos de sus mejores cifras, sí que suponen romper con la tendencia de años anteriores.
Tanto el crecimiento en la producción como en el precio del barril pueden hacer que cambie el sentimiento de traders e inversores hacia el crudo en las diversas formas que los mercados ofrecen para operar con él, ya sea porque cambian las predicciones de la tendencia de la cotización en el trading online, como si se opera con futuros o participaciones en productoras y distribuidoras puede que el sentimiento alcista gane posiciones al sentimiento bajista, aunque la volatilidad del activo así como las características de las herramientas de inversión que se utilicen, como el apalancamiento en el trading, hagan aconsejable operar siempre con las debidas precauciones.
Omicrón, ¿el canto de cisne de la pandemia?
En cualquier caso de poco servirán las predicciones y los indicadores positivos si el mundo sigue bajo la espada de Damocles del coronavirus, que variante tras variante sigue golpeando a la economía mundial en un ciclo que algunos expertos creen que podría estar cercano a su final si se cumplen los pronósticos de que la variante omicrón podría marcar el punto y final de la parte sanitaria de la crisis debido a la levedad de los síntomas que provoca y su alta infectividad, lo cual podría llegar a actuar como una forma de inmunización natural de la población al dejar los anticuerpos necesarios que ayuden al sistema inmunológico a combatir posteriores cepas.
Aunque de momento Venezuela parece estar librándose de lo peor de esta nueva variante, algunos expertos alertan de que los contagios se incrementarán durante las próximas semanas de la misma forma que ahora está ocurriendo en buena parte del mundo, por lo que, y a pesar de que de momento no parece que la variante omicrón sea capaz de tensionar de la misma forma que las anteriores al sistema sanitario, las autoridades seguirán centradas en mantener el control de la pandemia. De momento omicrón se encuentra sobre todo en Vargas, Miranda y por supuesto en la capital, Caracas.