Carlos Nieto, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, subrayó que Venezuela se queda sin espacio para los reclusos , esto a propósito del cierre definitivo de la cárcel de Yare I, sitio del que fueron desalojados los reclusos.
“Estamos haciendo lo contrario a lo que se debería de hacer, en vez de abrir nuevas cárceles, seguimos cerrando cárceles y esto agrava el problema que hay”, apuntó Nieto al dejar en claro que el país no cuenta con espacio para «resguardar a nuevos reclusos».
Nieto aseveró que la última cárcel que se abrió fue la Comunidad Penitenciaria Libertador, ubicada en Tocuyito, en el estado Carabobo, y expuso que los últimos recintos carcelarios que se estaban construyendo «fue mucho antes que Iris Varela tomara el ministerio de Asuntos Penitenciarios».
Hacinamiento
Ante la falta de espacio y los cierres repentinos de los centros de reclusión, el hacinamiento en los centros de detención preventiva es cada vez mayor.
Frente a esto, Nieto recordó que durante el mes de julio de 2021 fue creado una comisión para la Revolución Judicial que se encargaría de «deshacinar» los centros de reclusión y de detención preventiva, sin embargo la situación desde entonces ha empeorado.
A juicio de Nieto, las cárceles sobrepasan el 150% de su capacidad mientras que los centros de detención preventiva sobrepasan el 300%.
«Pensamos que el Estado se había dado cuenta del desastre que había dentro del sistema penitenciario pero ahora la situación es mucho más compleja», afirmó el director de la ONG.
Por último, Nieto recordó que al hacinamiento, falta de espacio, control y organización se le suma el problema de las enfermedades entre los reclusos como la tuberculosis y desnutrición.
Con información de Fedecámaras Radio