El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este jueves que haya «una ruptura» con España, pero su propuesta de «pausa» en las relaciones ha creado una nueva confusión diplomática y comercial con el país europeo, el segundo mayor inversor extranjero en México.
El mandatario no aclaró en qué consistirá la «pausa», pero argumentó que se debe a que el «poder político» de España ha apoyado a empresas que «abusaron de México», entre las que enunció a Iberdrola, Repsol y OHL porque, según él, eran «favoritas» de los gobiernos anteriores.
«No hablé de ruptura. No. Dije «vamos a serenar la relación», que ya no se esté pensando de que se va a saquear a México impunemente, ya eso pasó, es una falta de respeto. Deberían de ofrecer hasta disculpas», expresó en su rueda de prensa diaria.
Tras las primeras declaraciones del presidente este miércoles, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, pidió «preguntar al presidente (López) Obrador qué ha querido decir» y argumentó que hay «una asociación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas».
El presidente de México ha creado incertidumbre porque “no existe en el derecho diplomático ni en el derecho internacional la figura de pausar las relaciones diplomáticas», explicó a Efe la internacionalista Arlene Ramírez Uresti.
“Las declaraciones del presidente (López) Obrador podrían traer consecuencias para México, desde sanciones económicas hasta que el Gobierno español marcara o pidiera el término de las relaciones diplomáticas”, advirtió.
ROCES CONTRA LA INVERSIÓN
España es el segundo inversor extranjero en México con 76.000 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2021, el 12 % de la inversión extranjera directa (IED), y 6.500 empresas, según datos de la Cámara Española de Comercio (Camescom).
Pese a su informalidad, las declaraciones del presidente «generan un roce innecesario» con España y «sí puede haber» consecuencias en la inversión, consideró Iliana Rodríguez Santibáñez, abogada e internacionalista del Tecnológico de Monterrey.
“Va a tomar tiempo saber cuál es el impacto de esta pausa. Mientras no se traduzca en hechos reales, no podríamos determinar estas consecuencias, pero sin duda sí manda una señal a todas las empresas», indicó la profesora.
Las acusaciones de López Obrador ocurren mientras promueve su reforma energética para defender a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) de lo que él percibe como «saqueo» de los extranjeros, en particular de las energéticas españolas, aunque no se haya presentado ninguna demanda judicial ni las pruebas de esos supuestos abusos.
En este contexto, sus comentarios en sus conferencias «mañaneras» están orientadas a movilizar su «voto duro», pero tienen el efecto colateral de «alertar a los capitales», apuntó Rodríguez Santibáñez.
“Es un discurso político, la intención es enviar esta señal al pueblo de ‘estamos actuando con probidad, con moralidad y no vamos a aceptar ningún acto de corrupción como los que había en el pasado’”, expuso.
CORTINA DE HUMO
La sorpresiva «pausa» que pide López Obrador también ha despertado sospechas porque surgió en medio del escándalo que afronta tras revelarse que su hijo Ramón López Beltrán vivió en una casa en Houston, Texas, de un contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por ello, podrían ser «una cortina de humo» o un «distractor», argumentó Ana Vanessa Cárdenas, analista internacional de la Universidad Anáhuac Mayab.
“Es evidente que las declaraciones que se hacen en la mañanera marcan la agenda de los medios y distraen la atención de otros asuntos o los dejan en el tintero para dar pie a otras polémicas. Entonces me parece que sirven como cortina de humo”, dijo en una entrevista.
La internacionalista recordó que «las relaciones diplomáticas se han visto alteradas» desde la carta que envió López Obrador en 2019 al rey Felipe VI solicitando que se pida perdón por los abusos cometidos en la conquista.
Ahora estos «traspiés diplomáticos» se acompañan de declaraciones del presidente en contra de las empresas españolas.
“No corresponde a una afectación entre países, entre las relaciones diplomáticas. Estas controversias se tienen que dirimir en el ámbito de lo jurídico, presentando pruebas para hacer una investigación sobre estas empresas y los responsables en México», opinó.
Pese a que el presidente López Obrador ha afirmado que el «pueblo de México está ofendido», las internacionalistas urgieron al mandatario dejar de concentrar la relación con España en su persona.
“Ya no podemos seguir teniendo este tipo de interacciones que van a ser herencias tóxicas para los siguientes gobiernos, incluso si fueran del mismo partido. Son herencias tóxicas que van a costar años eliminar y resarcir el daño”, expresó Ramírez Uresti.
Con información de EFE