Una mujer de 24 años que estaba presa en la Comunidad Penitenciaria Fénix, en el estado Lara, falleció «por falta de atención médica oportuna», denunció este viernes la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
«Falleció reclusa de Fénix por falta de atención médica oportuna», expuso la ONG en un comunicado de prensa en el que identificó a la fallecida como Naili Brisoley Rangel Navas, quien padecía una cardiopatía congénita e hipertensión pulmonar y llevaba varios días quejándose de dolor y solicitando atención médica.
El OVP citó el testimonio de varias mujeres presas junto a Rangel, quienes relataron que «la joven se quejaba de un dolor en el pecho que le daba por ratos. En ocasiones no le permitía respirar bien, pero aun así pasaban los días y la asistencia médica no llegaba».
El observatorio indicó que el 9 de febrero la directora del penal, donde están recluidas 210 mujeres, dio la orden de llevarla al hospital «porque la joven empeoró».
«La privada de libertad quedó recluida en el principal centro asistencial de la ciudad (de Barquisimeto) mientras se recuperaba. A diario le pedían muchos análisis, los cuales fueron pagados por las custodias o colaboradores durante seis días, hasta que Naili lamentablemente falleció el 15 de febrero en horas de la tarde», detalló la ONG.
Desde su reclusión, la fallecida «no tuvo más control por parte de médicos especialistas y empezó a deteriorarse su salud, no tenía un tratamiento y la trasladaban a un centro asistencial solo cuando se descompensaba», siempre según la versión de la OVP.
«Con la muerte de Naili Brisoley Rangel Nava, se suman dos decesos que se han registrado en la Comunidad Penitenciaria Fénix-Lara relacionados a condición salud, el primero fue el 10 de enero en la población masculina», indicó el OVP.
A través de la ONG, las reclusas solicitaron al Ministerio de Servicio Penitenciario venezolano dotación de la enfermería del centro de reclusión y que los tratamientos para los detenidos con enfermedades «lleguen de forma constante», además de mejor trato y regularidad en la distribución de alimentos y agua.
El pasado 20 de diciembre, esta ONG denunció que, «al menos», el 70 % de la población reclusa venezolana «presenta desnutrición severa», como consecuencia de la escasez de alimentos, la «falta» de infraestructura para la preservación y preparación de estos y ausencia de medidas de higiene y salubridad.