El enviado de Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, condenó hoy el ataque cometido por un ciudadano árabeisraelí que mató a cuatro personas en la ciudad de Beersheva, en el sur de Israel, mientras la Policía está en alerta máxima por temor a ataques de imitación.
«Condeno firmemente el asesinato de cuatro civiles israelíes, incluidas dos mujeres, así como varios heridos, en un ataque con atropello y apuñalamiento que tuvo lugar esta tarde», expresó el representante de la ONU en un comunicado en el que trasladó su «más sentido pésame a las familias de las víctimas».
Según Wennesland, «no hay justificación para la violencia o el terrorismo». Tampoco «hay nada heroico en la matanza de civiles y no hay excusa para elogiar acciones» como el ataque de hoy, que «debe ser condenado por todos».
El enviado de la ONU aseguró estar también «cada vez más alarmado por la continua violencia en territorio palestino ocupado e Israel», y lamentó que la agresión de hoy fue «la séptima con arma blanca contra israelíes» que se produce este mes.
«Estos trágicos incidentes solo resaltan la volatilidad de la situación y la urgente necesidad de que todos los líderes trabajen juntos» para evitar otra «espiral de violencia» en el marco del conflicto palestino-israelí, agregó.
Sus declaraciones se producen horas después de que un beduino de una localidad cercana a Beersheva atacara esta tarde con un cuchillo y su automóvil a varios transeúntes en la misma ciudad. El atacante fue abatido por disparos de un conductor de autobús que pasaba por el área, y poco después murió a causa de sus heridas, según medios.
El primer ministro israelí, Naftali Benet, y el resto de autoridades expresaron también su condena por tal acto y trasladaron sus condolencias a los familiares de las víctimas, mientras la Policía y el servicio de Inteligencia Interior, Shin Bet, siguen investigando las circunstancias que llevaron al ataque.
Las fuerzas de seguridad «han aumentado el estado de alerta» en todo el país «para evitar ataques de imitación», dijo el comisario general de la Policía, Kobi Shabtai.
La Policía recibió también críticas por no llegar a tiempo para prevenir el ataque, que duró un total de ocho minutos y transcurrió en distintos puntos de Beersheva.
El atacante, identificado como Mohamed Abu al Kian, era un árabe beduino que había cumplido varios años de encarcelamiento y fue liberado hace menos de tres años. Según medios locales, en 2016 firmó un acuerdo de culpabilidad y fue condenado por intentar llegar a Siria para unirse a grupo terrorista Estado Islámico.
Con información de EFE