La petrolera estatal venezolana PDVSA prepara el despacho de 190.000 barriles de diésel a Cuba, según un documento de la empresa, una medida para ayudar a su aliado político más cercano a evitar la escasez de combustible y posibles apagones eléctricos durante la temporada de mayor demanda en el verano.
La isla, que depende de las importaciones para cubrir más de la mitad de su demanda de combustible, no ha recibido ningún envío de gasoil venezolano desde septiembre, lo que ha obligado a realizar costosas compras en el mercado abierto, informa una nota de Reuters.
A principios de este año, PDVSA exportó combustible para aviones y gasolina a Cuba, según muestran los datos y documentos de seguimiento de los envíos.
Cuba ha luchado este año con un déficit de diésel para la generación de energía y los vehículos, ya que las importaciones de Venezuela se han mantenido por debajo de los niveles históricos y los altos precios han hecho que las compras de otros proveedores sean casi inasequibles para el régimen local.
El buque tanque Delsa, de bandera cubana y fletado por la empresa estatal Cubametales, está cargando 200.000 barriles de fuel oil y 190.000 barriles de diesel con destino a la terminal de almacenamiento de Matanzas, según un cronograma de exportaciones de PDVSA visto por Reuters el martes.
PDVSA y el Ministerio de Información de Cuba no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Venezuela suministra regularmente crudo a Cuba para su refinación y fuel oil para la generación de energía. Pero debido a sus propias limitaciones para producir combustibles para motores y a las sanciones de Estados Unidos, PDVSA ha reducido los envíos de productos refinados a Cubametales desde el año pasado.
El procesamiento de crudo en las refinerías venezolanas se ha estabilizado en las últimas semanas en torno a los 230.000 barriles diarios (bpd), según cifras independientes, un nivel muy inferior a su capacidad de 1,3 millones de bpd.
La escasez de combustible se ha sumado a las dificultades de Cuba para recuperarse de la pandemia de coronavirus y de las sanciones de Estados Unidos. Las esperas en las estaciones de La Habana han disminuido, pero el transporte público no ha recuperado su capacidad normal, situación que los analistas atribuyen a la menor disponibilidad de combustible y a la falta de piezas y vehículos.