El ejército ruso atacó este lunes la segunda mayor refinería de Ucrania, situada en la ciudad de Lisichansk, en la provincia oriental de Lugansk, escenario de duros enfrentamientos desde el inicio de la invasión.
Como resultado del fuego de artillería ruso, las instalaciones de la refinería están ardiendo y existe riesgo de explosión, según afirmó la defensora del pueblo ucraniana, Ludmyla Denisova, en un mensaje en redes sociales.
Denisova, que acompañó su publicación de una foto en la que puede verse un fuego en unas instalaciones industriales, indicó que no es posible extinguir el incendio porque los ataques rusos todavía persisten.
La defensora del pueblo puntualizó que las fuerzas de Moscú han elegido como blanco las infraestructuras de procesado de petróleo desde el inicio de la guerra. «Junto con las pérdidas humanas, la destrucción de infraestructura y la reducción de las capacidades de defensa de nuestro país, la destrucción de reservas de petróleo es gravísima para el medio ambiente,» destacó.
«La combustión de productos petroleros libera al aire carcinógenos y sustancias que pueden afectar de forma significativa la salud humana y el medio ambiente,» concluyó.
El pasado 6 de abril, las fuerzas rusas bombardearon una instalación petrolera en Novomorskovsk, en el centro de Ucrania, dejándola inoperativa.
La que era la mayor refinería del país, situada en Kremenchuk, también en el centro del país, fue destruida por completo a principios del mes pasado.