Al menos 75 personas, la mayoría escolares, resultaron intoxicadas por altos niveles de contaminación de la industria pesada en localidades consideradas «zonas de sacrificio ambiental» en Chile.
El episodio, que afectó a unos 50 estudiantes y 25 funcionarios educativos de la comuna durante este martes 7 de junio, llevó a la propia ministra de Medioambiente, Maisa Rojas, a encabezar reuniones de emergencia con diversas autoridades; así como a prometer la toma de medidas provisionales para la reducción de emisiones de la fundición de cobre de Codelco, ubicada cerca de la bahía, y la empresa termoeléctrica Ventanas, de AES Andes.
Las localidades chilenas de Quintero y Puchuncaví, también llamadas «el Chernóbil chileno» por la organización medioambientalista Greenpeace, albergan empresas mineras, petroleras, cementeras, gasíferas y químicas.