Las autoridades colombianas desmantelaron una red dedicada a la prostitución infantil en una operación en la que fueron capturadas diez personas, entre ellas Alias Camila señalada de ser una peligrosa proxeneta y presunta líder de la organización criminal.
Durante años evadió los controles de las autoridades con documentos falsos venezolanos haciendo pasar a sus víctimas como mayores de edad. Todo quedó al descubierto tras varios meses de seguimiento no solo de la Policía, sino también de Fiscalía General de la Nación y la ONG Operation Underground Railroad.
La organización a la que pertenecía esta mujer delinquía en las ciudades de Bogotá y Cúcuta (Norte de Santander), dedicada a la trata de personas y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Fueron 120 días de seguimiento continuo, día y noche, en el medio de la operación Camaleón.
Los investigadores identificaron cómo las jovencitas eran obligadas a trabajar con unas ganancias muy bajas, y lo poco que recibían se lo debía a la red que les cobraba por la vivienda y el hospedaje. A algunas les indicaban que hasta que no saldarán sus deudas no podían retirarse, pero a diario cargaban nuevos gastos, lo que hacía un círculo vicioso el depender de la organización.
El dinero producto de la actividad ilegal variaba entre 50 y 60 mil pesos por encuentro sexual. El 70 % era la comisión para alias Camila y el 30 % restante lo recibían las víctimas. Las adolescentes serían capacitadas para “embrujar” con rituales esotéricos a sus clientes para que se apegaran al placer que les brindaban. Alias Camila fumaba el tabaco para rezar a sus clientes. Mandaba a preparar bebidas, ungüentos y aceites, los testimonios recaudados por los investigadores advierten que todas las jovencitas tenían que consumir y en algunos casos lograr que el cliente tomara algunos de los brebajes, mientras que los ungüentos debían ser aplicados en las partes íntimas, “con el fin de atraer demandantes de servicios sexuales”, indican las autoridades.
En el operativo se materializaron tres allanamientos a locales de entretenimiento nocturno y casas de lenocinio en el concurrido sector de Venecia, en la capital del país. Durante las diligencias se rescataron cuatro adolescentes, tres de ellas de nacionalidad venezolana, cuyas edades oscilan entre 14 y 17 años. Así mismo, los investigadores determinaron que alias Camila, señalada líder de la red delincuencial, habría captado a una menor de 17 años para ser explotada sexualmente en el municipio de Ibarra (Ecuador); la adolescente logró escapar de sus captores y retornar al país.
En desarrollo de la investigación, previa a la ejecución de la operación, dos jóvenes colombianas más que eran explotadas sexualmente fueron rescatadas e iniciaron la ruta para el restablecimiento de sus derechos. Hoy se encuentran bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Esta organización criminal desarticulada se encargaba de promocionar los locales comerciales a través de redes sociales, donde se evidencian fiestas temáticas para atraer a los clientes.
Con información de Revista Semana