Policía de Nicaragua arrestó al obispo más crítico de Daniel Ortega

El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, un fuerte crítico del Gobierno de Daniel Ortega, fue arrestado la madrugada de este viernes por agentes policiales que irrumpieron a la fuerza en la curia episcopal de Matagalpa (norte), donde estaba confinado desde hacía 15 días, en medio de una escalada estatal contra la Iglesia católica.

Eran las 03.20 hora local (09.20 GMT) cuando la Diócesis de Matagalpa alertó a través de sus redes sociales que en ese momento agentes policiales estaban ingresando a «nuestra Curia Episcopal» a llevarse a Álvarez, de 55 años, el primer obispo arrestado desde que el sandinista Ortega retornó al poder en 2007.

Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, ambas en el norte nicaragüense, es acusado por la Policía de intentar «organizar grupos violentos», supuestamente «con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales», aunque de momento no han ofrecido pruebas.

Arrestan al obispo más crítico de Daniel Ortega

El obispo fue detenido junto a siete de sus colaboradores: cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, quienes permanecían confinados en el Palacio Episcopal de Matagalpa desde el 4 de agosto pasado, que estaba sitiado por fuerzas policiales.

«Preocupémonos por llevar el traje de fiesta en el Reino de Dios», publicó Álvarez en Twitter, horas antes de ser capturado.

En una declaración, la Policía confirmó que «la madrugada de hoy se realizó, en las instalaciones de la Casa-Curia de la ciudad de Matagalpa, un operativo que permitió recuperar la normalidad para la ciudadanía y las familias matagalpinas».

Arrestos, expulsiones, asedios

En lo que va de año las autoridades han llevado a prisión a siete sacerdotes, uno de ellos, Manuel García, enjuiciado y condenado por violencia doméstica en contra de una mujer que pasó de víctima a acusada por no inculpar al religioso.

Además expulsaron en marzo pasado al nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, y en julio a 18 monjas de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.

Antes, un grupo de sacerdotes, entre ellos el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, y Edwin Román, fueron «forzados a salir del país en 2019 y 2021, respectivamente.

El Gobierno sandinista también ha cerrado ocho radioemisoras católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.

Además ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia, impedido a los feligreses recibir la eucaristía dentro del templo y sitiado a otros dos sacerdotes en sus iglesias.

Igualmente, ha prohibido a la Arquidiócesis de Managua la procesión con la imagen peregrina de la virgen de Fátima.

Con información de Agencia EFE

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