Nelson Arrieta, Astrid Celeste, Karen Martello y Samo forman parte del audiovisual
Con la participación de reconocidas estrellas de la música latina, el pianista venezolano Gilberto Ferrer y el productor Jesús Fuenmayor grabaron en Miami la segunda edición del concepto audiovisual Invitados By Gilberto Ferrer, luego del éxito que tuvo la primera entrega, superando los seis millones de vistas en las plataformas digitales.
Astrid Celeste, Karen Martello, Nelson Arrieta y Samo, ex integrante de Camila, son los cantantes que están presente en este cortometraje musical que ya está disponible para todo el público en YouTube y en las redes sociales de los involucrados. Jesús Fuenmayor asegura que han decidido cambiar el formato de la primera edición en la que se realizaba un concierto íntimo con la integración del público que participaba, pues considera que ha sido una herramienta muy utilizada. “En esta oportunidad preferimos contar una historia secuencial mientras se desarrolla el video”, aclara el productor general.
Invitados By Gilberto Ferrer es la excusa perfecta para que el artista marabino invite a sus amigos a un recorrido musical con su piano. En la primera edición participaron estrellas como: SanLuis, Rafael “El Pollo” Brito, Daniel Sarcos, Diveana, Pedro Castillo, Alicia Machado y Carlos Fatule. “La segunda ronda incluye invitados que harán recordar al público la época dorada de la música. Nelson Arrieta lanza su nuevo tema Se me olvidó; Karen Martello nos enamora con su sencillo Nací para amarte; Astrid Celeste cuenta lo que significa Un hombre secreto y el mexicano Samo lo entrega todo con el tan coreado hit Mientes”, dice el productor, aclarando que el lanzamiento será de forma progresiva.
Fuenmayor, junto con el director del video, Alex Galán, han encontrado la fórmula para que el público se enganche con el concepto, editándolo de forma individual o en el formato largo. Eduardo Ibarrola, de México, Andreina Yépez, de Venezuela, Luky Buzzio, de Argentina, y el modelo y actor Javier Gallestey, de Cuba, son los que recrean una fiesta millonaria en la que el conflicto principal es la infidelidad. La locación del rodaje fue en Wynwood, un distrito conocido por sus diversos murales coloridos. Ahí ambientaron una bodega para convertirla en un recinto que ameritaba una fiesta en la que la luz fue la gran protagonista del video.