Según relatos de las autoridades y testigos del atroz crimen, un carro llegó al frente del lugar del cual se bajaron varios sujetos que comenzaron a disparar. John Stanford, subcomisario de la policía de Filadelfia, dijo a medios de comunicación que por lo menos hicieron 40 disparos.
Las balas lograron herir mortalmente a diez ciudadanos, mientras otros se encuentran en hospitales de la ciudad. Un total de nueve víctimas han tenido que ser trasladadas a centros médicos al presentar heridas de bala. Dos de ellas estaban en estado crítico mientras los siete restantes se encontraban estables.
Hasta el momento no se ha esclarecido qué sucedió antes de que se desataran los disparos, aunque los agentes creen que podría tratarse de un objetivo concreto. “En este momento, parece que estas personas pudieron haber visto a alguien a quien querían disparar, salieron del vehículo y comenzaron a disparar contra el grupo de personas que estaban allí. No tenemos mucho más que eso en términos de motivos”, declaró Stanford.
Los hombres que dispararon se mantienen como prófugos de la justicia, sin embargo las autoridades policiales han transmitido que están haciendo todo lo posible para ponerlos bajo custodia.
El pasado mes de agosto al menos un niño murió y cuatro resultaron heridos en un tiroteo que se registró en el instituto Roxborough, en Filadelfia, Estados Unidos. La Policía informó que las víctimas, que eran jugadores de fútbol americano del instituto, fueron atacadas alrededor de las 4:41 p. m. (hora del este), cuando salían del campo de fútbol.
Dos hombres armados dispararon al menos 70 veces, según informó la cadena NBC10 Philadelphia. Un niño de 14 años, que recibió un disparo en el pecho, falleció en el Centro Médico Einstein, a donde fue trasladado de urgencia.
Otro niño de 14 años ha recibido un disparo en la pierna y se encuentra en un hospital local en condición estable. Un tercer estudiante de 17 años, también estable, recibió cuatro disparos.
En este sentido, el alcalde ha pedido que los centros educativos, y otros espacios públicos, sean lugares seguros. “Por eso firmé una orden ejecutiva hoy para prohibir las armas en nuestros espacios públicos. Esta violencia debe cesar y los cobardes que usan estas armas deben rendir cuentas”, afirmó.
Kenney ha asegurado que su administración trabajará para garantizar el apoyo a los estudiantes de la escuela, “para ayudar a los estudiantes a manejar el trauma de perder a un compañero de clase”. Además, ha proporcionado un teléfono al que dirigir información relacionada con “este crimen atroz”.