El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, hablaron de los «intentos de varios países occidentales de introducir restricciones» al precio del petróleo ruso.
Según el comunicado oficial del Kremlin de este miércoles los dos presidentes destacaron asimismo la «eficacia» del trabajo conjunto en el marco de la alianza OPEP+ para «garantizar la estabilidad del mercado mundial del petróleo», reseñó el portal de DW.
«Se constató con satisfacción la implementación continua por parte de todos los estados participantes de las decisiones acordadas», señala la nota del Kremlin.
Los dirigentes de Rusia y EAU también analizaron las relaciones bilaterales y acordaron impulsar la cooperación económico-comercial y de transporte.
Rusia está evaluando tres opciones en respuesta al tope de 60 dólares por barril que han impuesto la UE, el G7 y Australia.
Según el periódico Vedomosti, la primera opción sobre la mesa «es una prohibición total de la venta de petróleo a los estados que apoyaron el tope, incluso si compran el crudo ruso no directamente a Rusia, sino a través de un país intermediario o de varios».
La segunda opción, según las fuentes del diario, es la prohibición de exportar crudo de origen ruso bajo contratos que incluyan como condición un precio tope, independientemente del país receptor.
Mientras, la tercera posibilidad que estudia Rusia consistiría en fijar un descuento máximo para el petróleo Urals frente al Brent, de referencia en Europa.