Lizeta Hernández, gobernadora del estado Delta Amacuro, ordenó el miércoles la toma de una escuela ubicada en Tucupita ante la ausencia de los docentes que participan en las protestas para reclamar salarios dignificantes.
La funcionaria alegó que los padres y representantes envían a sus hijos a la institución Tertuliana González, en Boca de Cocuina, pero no reciben clases.
Ante esa situación, reseñó el medio local Tanetanae, Hernández pidió a la juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela que usurpen los cargos de los maestros.
Aseguró que está de acuerdo con las manifestaciones del gremio educativo. Pero le exigió “hablar con la verdad” y salir a marchar contra las sanciones que, según el régimen de Nicolás Maduro, impiden que se hagan ajustes salariales.
Habitantes de Tucupita consultados por Tanetanae calificaron de absurda y errónea la decisión del gobierno regional, que también se está replicando en otros estados del país.
El descontento nacional de los docentes ha provocado que no asistan a las escuelas porque asisten a protestar, un escenario que ya habían advertido a las autoridades. Sus sueldos, han asegurado, no les alcanza en muchos casos, ni siquiera, para trasladarse a las instituciones.
“Sinceramente vamos llevando la educación al nivel más bajo en 40 años de historia que tenemos”, manifestó un ciudadano.
Diagnóstico “escuela por escuela”
Pedro Carreño, diputado a la Asamblea Nacional electa en 2020, amenazó hace una semana con que el chavismo hará un diagnóstico “escuela por escuela” para saber cuántos profesores tiene y cuántos no están asistiendo.
“Teniendo el diagnóstico el equipo político estadal, equipo político de la Jpsuv, y equipos políticos municipales vamos a asumir las tareas de trabajo voluntario. Debemos tener la formación académica de acuerdo con los pénsum de estudios, vamos a cubrir las vacantes de esos profesores”, afirmó durante un acto en Valera, estado Trujillo.