La Fiscalía de Crotone, región de Calabria (sur de Italia), ha abierto un expediente sobre el operativo de rescate y las operaciones realizadas por los diferentes cuerpos de seguridad en las horas previas al naufragio de un barco de migrantes el pasado domingo en el que murieron, al menos, 67 personas.
Los fiscales han solicitado a los Carabineros (policía militarizada), que recupere los documentos relacionados con la actividad de la Guardia Costera y la Guardia de Finanzas después de que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, notificase a los guardacostas italianos la presencia del navío la noche del sábado.
Entre otras cosas, la investigación busca determinar los mensajes que llevaron a que las alarmas se activaran a 100 metros de las costas cuando la embarcación ya había naufragado.
Por su parte, el fiscal Giuseppe Capoccia ha asegurado que no se trabaja con ninguna hipótesis y de momento solo se están recabando datos para «enmarcar la situación».
Las diferentes versiones de Frontex y los cuerpos de seguridad italianos han sembrado dudas sobre si la tragedia se podría haber evitado y la nueva líder del opositor Partido Demócrata, Elly Schlein, ha pedido la dimisión del ministro de Interior, Matteo Piantedosi, muy próximo al ultradrechista Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno.